Deporte profesional en vías de extinción

Colaboración
Esta es una colaboración especial de Eneko Ruiz
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No es un titular real, por desgracia. Y digo por desgracia porque el modelo actual del deporte profesional debería de extinguirse. Está quebrado y no debería haber medias tintas. No más, se acabó, cerrado por reforma total.

Estamos acostumbrados a escuchar las palabras Concurso de Acreedores y ERE en las instituciones deportivas sin la transcendencia que esas palabras tienen en la empresa privada y en la sociedad en la que vivimos. Asumamos culpas y pongamos en la balanza la realidad del deporte. Analicemos las principales razones por la que los presupuestos no cuadran y la situación es tan crítica; y sobre todo, pongamos soluciones sobre el papel.

Sueldos e ingresos

José María Del Nido decía que «en el fútbol el único que gana dinero es el futbolista.» Razón no le falta y se puede hacer sin duda extensible al resto de los deportes.

La partida de sueldos rompe la balanza de ingresos y gastos en los clubes españoles. ¿Es justo que el sueldo de Cristiano Ronaldo sea de 13 millones de euros? ¿Es justo que David Doblas cobre por encima de los 250.000 euros? ¿Es justo que Mamadou Samb en la Leb Oro esté rondando los 200.000 euros? La respuesta es si, porque hay alguien que se los ofrece e incluso alguno que se los paga. Ahora bien, ¿es lógico que se paguen estos sueldos? a tenor de la leche que se saca, esta vaca no es tan gorda. Y no es problema de saber ordeñarla porque el 100% de los clubes profesionales en España sufren este problema.

Recordemos que los ingresos generados vienen de las ventas principalmente: de patrocinio, entradas, merchandising, etc..y no del éxito deportivo de la competición. Lo que pasa en la cancha es solo la materia prima. La facturación más grande de esa materia prima es de las televisiones, contratos millonarios y multianuales aseguran un dinero en caja del que los principales generadores de ese valor, los jugadores, se hacen con la totalidad del líquido.. y se quedan con sed. En el caso del baloncesto, con muchísima sed.

Y cuando no hay manera de tener un equipo competitivo porque no hay dinero para pagarlo, se consiguen peores resultados deportivos, con lo que los ingresos vuelven a bajar, con lo que hay menos dinero y se tiene peor equipo, con lo que se consiguen peores resultados, con lo que hay menos dinero… y podríamos seguir eternamente. Es la antítesis de lo que la junta directiva del FC Barcelona dirigida por Joan Laporta llamaba círculo virtuoso. Ellos lo consiguieron revertir con el resultado que hoy todos conocemos. Invertían más (gracias a nuestro amigo el banco), ganaban más, con lo que podían invertir más. Es obvio que al Real Madrid no le han salido las mismas cuentas en lo deportivo, pero si parecidas en lo económico.

Pero ¿que pasa cuando no podemos hacer ese sobre esfuerzo económico, o la apuesta deportiva realizada no lleva a ingresar más? Déficit, quiebra, concurso de acreedores, cese del negocio. Esto sería la secuencia en una sociedad normal, pero tristemente no en una sociedad deportiva porque “Papa Estado” o “mi amigo el banco” vienen al rescate. Subvenciones, ayudas, cesiones de espacios, recalificaciones, refinanciaciones de la deuda… todo lo que sea para que el club de mi ciudad, mi niño bonito, no pase necesidad. Por que la realidad es esta: Hay dos tipos de ciudades, las que tienen equipo en primera… y las que no.
¿Es tan vital para el pueblo hoy en día un equipo profesional en la élite como para que la mayor partida de ingresos de un Club profesional venga directamente de las arcas públicas? En el caso de Gipuzkoa sí. O al menos esa debería ser la respuesta para justificar el tener el mayor número de equipos profesionales/elite de España por provincia, siendo la más pequeña. Fútbol, baloncesto, rugby, balonmano, remo, pelota, natación, atletismo, hockey hierba, hockey hielo, tenis de mesa o ajedrez son algunos de los ejemplos de deportes de élite de los que disfrutamos. La mayoría en su versión femenina, masculina y con más de un equipo en el top nacional. Yo discrepo, pero es una opinión.

Estas vacas no dan tanta leche. Soluciones

  • Regla económica simple aplicada a toda empresa. Si no hay dinero, no se cobra, y tiene que estar gestionada para que la empresa gane dinero. Este ha de ser el inflexible punto de partida. Igual que si no entra la pelota, no ganas.
  • Stop a engordar las vacas artificialmente.
  • El gasto deportivo debe estar marcado en un porcentaje del total de presupuesto. Nunca debería superar el 60-65%.
    Esto incluye salarios, pisos, primas, viajes, compras, ventas, seguros y hasta el material que necesiten. La materia prima no puede costar más del 65% del presupuesto, porque se necesita dinero para transformarla en un producto vendible.
  • Las ayudas públicas deben estar delimitadas con un porcentaje del total presupuestado y con una cantidad máxima.
    Esta cantidad ha de ser en función de la categoría, número de socios, capacidad de representación que supone en la provincia/comunidad de donde reciben la ayuda. Básicamente es pedir que se aplique la lógica de cualquier patrocinio. No es un dinero a fondo perdido. Es un contrato por publicidad y como tal ha de medirse.
Esto nos aseguraría una viabilidad económica y traería como primera consecuencia quitar un cero de la nómina de muchos jugadores. “Perderemos profesionales”. Si algún jugador no está dispuesto a hipotecar su juventud hasta los 30-35 años por unos míseros 50.000- 100.000€ al mes (al año en el caso del baloncesto), que lo deje, y estudie para ganar ese dinero a esa edad en el mundo laboral. Fuera del fútbol y baloncesto no han visto ese dinero ni de lejos y siguen dedicándose en cuerpo y alma, con resultados mundiales continuos (véase el piraguismo, atletismo, hockey hierba, triatlón, remo, etc.).