El GBC amplía la racha a 6 victorias consecutivas. Todo un lujo de balance.
Alerta Cantabria venía con la baja de Salva Camps y la duda y falta de entrenamiento de Larragán, por lo que puso en el mando al escolta Boccia. Asociado a la gran intensidad defensiva en las primeras líneas de pase del GBC, produjeron unos primeros minutos de un aplastante dominio local. De hecho, el GBC jugó a placer y dominó si contemplación de la mano del equipo «más» defensivo con la inclusión de Úriz y Arteaga, en vez de Sala y Faverani. Panko cometió su segunda falta muy rápido y Laso consideró que Úriz sólo podía jugar un máximo de 5 minutos seguidos. Ayer no «regalo» minutos a Nocedal, pero sí a Faverani, cuando Arteaga ayer estaba jugando su mejor partido. Y es que el GBC, se diga lo que se diga, sufre cuando sus mejores jugadores no están en pista. La supuesta profundidad de banquillo no es tal, ya que cuando Panko y Hopkins no están en pista, el equipo sufre y mucho.
Así fue marcando el partido. Cuando en el GBC jugaban los buenos, las rentas en el marcador aumentaban; cuando no jugaban os mejores, las rentas descendían. De todos modos, el Alerta Cantabria no parecía en condiciones de aspirar a la victoria… hasta los últimos 6 minutos de partido. Stacey sacó su fusil… y a pocos pareció importarles. Laso mantenía a Isaac López en la defensa del americano. Defensa en la que no existen las ayudas. Mateo y el propio Stacey lo vieron y le dejaban jugar uno contra uno a campo abierto. Sin bloqueos. Uno contra uno desde el centro del campo. Recibía, aclarado y… canasta tras canasta hasta sumar 19 puntos en el ultimo cuarto.
Ante el estupor y parálisis de todos, incluidos los propios jugadores y entrenadores del GBC, el Alerta Cantabria iba metiéndose en el partido hasta que el colegiado riojano decantó la balanza definitivamente hacia los locales. 2 faltas muy dudosas a Guillén y una técnica por irse corriendo al banquillo. Desconcierto al no saberse el reglamento y Stacey se enfrió. Pese a ello, Covile tuvo su momento. Primero le pitan unos pasos que no fueron (si no hay control de balón y si encima no mueve los pies, difícilmente puede hacer pasos). Pasó lo habitual: pasa algo raro y un mal árbitro pita pasos. Después, con 70-68 y 13 segundos para acabar falló un mate sólo porque quiso gustarse y recrearse. Con ese fallo, sepultó las opciones de victoria cántabra.
¿Porqué digo que no existe esa tan cacareada «profundidad de banquillo»? Miremos las estadísticas de ayer por ejemplo. Panko jugó menos de lo habitual por sus problemas con las faltas. Pese a ello 17 puntos y 24 de valoración en 23 minutos. El mejor jugador ayer fue Hopkins con 18 puntos en 33 minutos. ¿Qué hay detrás de ellos? Nadie llega a los 10 puntos. El más cercano Úriz con 9 puntos y Arteaga con 8.
Ayer pudimos ver como casi se echa por la borda la victoria en apenas 6 minutos y yo pienso que gran parte de culpa la tienen las decisiones tomadas desde el cuerpo técnico. Se rota sistemáticamente a los jugadores durante la primera parte y, si la segunda empieza de cara, también durante la segunda. Eso no ayuda a mantener la concentración de los jugadores.
Se varía el estilo de juego constantemente. Ahora se juega con 2 grandes, ahora se juega sin ninguno… Ahora juego sin base, ahora juego con 2…
En defensa hay mucha actividad en la presión al balón y a las líneas de pase, pero no hay ayudas defensivas. Ayer por ejemplo, las situaciones de Stacey jugando 1 contra 1 desde arriba, llegando hasta debajo del aro sin recibir ni una sola ayuda… Ayer el porcentaje en tiros de 2 puntos del Cantabria fue de un 59% (la media durante la temporada es de un 54%). Se antojan demasiadas canastas fáciles para los rivales. Un lastre muy grande.
La semana que viene se pone el liderato en juego en Alicante. Interesantísimo partido que ojalá se pueda ver por televisión.
Ah! otra cosa. Menorca ha cortado a David Doblas… Sería un lujo.