Sin Kammerichs (a quien se le forzó para jugar), sin Pavlidis, con Smith al 20% (si al 100% es discutible si el americano del equipo…), con 4 derrotas en la buchaca… Así y sin embargo con mucha ilusión, se esperaba al Gran Canaria. En un partido a vida o muerte. Y muerte.
El partido comenzó como últimamente todos. El Bruesa metido y con opciones de plantar cara. Así, de la mano de un irreconocible Ordín, que destapó el tarro de las esencias con 15 puntos en 9 minutos, y de un aletargado Gran Canaria que se metió rápidamente en un problema de faltas de sus interiores, el GBC se fue por delante en marcador.
En la segunda mitad Gran Canaria ajustó su punto de mira y acertó con prácticamente todos los tiros libres que dispuso. Fisac, que ya había conseguido privar al equipo de su referencia ofensiva del partido, seguía con sus extrañas rotaciones. Ejemplo: En la segunda parte Urtasun que no había jugado nada en la 1ª, disfrutó de 15 minutos. Úriz dirigía a un equipo sin jugadores que quisieran o tuvieran confianza para jugar al aro, salvo agujero-negro Bradley (balón que entra, balón que no sale). ¿Y Smith? -2 de valoración. Gracias.
Con Kammerichs se puede jugar a la épica. Sin él… no. El equipo se rompió con su lesión y tras las derrotas de Bilbao y sobre todo la de Granada. No hubo movimientos en los despachos para traer un alero al equipo y ahora jugamos con Mula y hasta con Ordín de 3.
Había que ganar en 6 partidos 2 más que Murcia o Valladolid. Ahora hay que ganar 3 más que Valladolid ó 2 más que Murcia en 5. El miércoles de paseo a Vitoria.
Sólo nos queda disfrutar de los últimos 2 partidos ACB que faltan. Ya no veremos ACB la próxima temporada.