La 9ª jornada trae a Ilumbe a una de las revelaciones de la temporada hasta la fecha. Su envidiable balance de 5 victorias por 3 derrotas así lo indican. No es casualidad esa clasificación. Una plantilla equilibrada con roles bien marcados desde el banquillo y aceptados por los jugadores. Un quinteto sólido y estable y rotaciones que complementan y aportan.
Partido decisivo. ¿Punto de inflexión?
Los importantes
A priori la posición de base podría ser uno de los puntos menos fuertes. Llompart y el joven y polivalente Freire. No se nos debe escapar que Vidorreta es amante de bases tipo Llompart (¿recordamos su tandem con Salgado en Bilbao?). Sobrio, director, generoso, altruista y con cierta amenaza exterior. El base clásico. Llompart está teniendo un comienzo de liga excelente: 7,5 puntos (con un 41% en Tiros de 3 puntos y un 63% en tiros de 2), 3,5 asistencias, 10 de valoración.
La sensación se llama Singler. Un jugador de los que parecen tocados por la barita de la genialidad. Un 3 que entiende y ejecuta el juego con suma facilidad. Es quien más posesiones se juega (14 por partido para 14 puntos de media). Buen % en el tiro de 3 puntos (39%) y más discreto en lanzamientos de 2 puntos (45%), aporta además en rebotes, asistencias, balones recuperados…La atención se centra en él y por algo será.
El otro alero es Dewar (8 veces en el cinco inicial y 23 minutos de juego). Más de la mitad de sus posesiones son para lanzar de 3 puntos con un acierto del 36%. Aquí es donde más movimiento de banqullo hay. Le complementan Hazell, otro tirador, y el recientemente fichado Ellis, que se caracteriza más por su capacidad defensiva.
Ivanov, recientemente nombrado MVP de la 8ª jornada, es el 4 del equipo. Fuerte, polivalente, intenso…aprovecha la atención que genera su compañero en el alero para ejecutar sus ventajas. Máximo reboteador del equipo (6,6 echaces por partido) y 2º máximo anotador (12 puntos con un 35% en T3 y un 56% en T2).
Barnes es el 5. Alto, intimidador y jugador de sabe tapar sus debilidades. Defiende duro, rebotea y juega para el equipo en ataque. Junto a él un viejo conocido en Ilumbe: Koné. Ambos son el tipo de 5 que gusta a Vidorreta: El Stoper para una defensa de equipo que les sitúa en el centro de su trampa.
General
Lucentum Alicante tiene un OER de 1,01 y un DER de 0,97
Lagun Aro tiene un OER de 1,03 y un DER de 1,05 La media ACB es de 1 (lógicamente en ambos casos).
Lucentum juega con 71 posesiones
Lagun Aro juega con 76 posesiones La media es ACB es de 73
Lucentum anota 70,8 puntos y recibe 72,5
Lagun Aro anota 79 puntos y recibe 80,5 La media ACB es de 73
Lucentum anota del siguiente modo: T3pts.: 8/21 36,7% T2pts.: 15/32 47,7% Tiros de Campo: 23/53 43,3% Tiro Libre: 18/24 76,8%
y le anotan: T3pts.:8/21 36,7% T2pts.: 20/37 54,1% Tiros de Campo: 28/58 47,7% Tiros Libres: 9,8 14 72,2%
Lagun Aro anota: T3pts.: 8/24 33,5% T2pts.: 19/38 51,2% Tiros de Campo 27/62 44,3% Tiros Libres: 16/20 79,8%
y le anotan: T3pts.: 6/18 31,7% T2pts.: 22/42 52,9% Tiros de Campo 28/60 46,4% Tiros Libres 19/26 75,5%
Claves
Aguantar la defensa exterior. Rota esa línea, el rival encuentra tiros demasiado cómodos. Lucentum trae a Singler y a una buena batería de tiradores.
Castigar a Ivanov y tratar de conseguir que no entre en juego y obligarle a hacer faltas. Panko es el jugador indicado para ello.
Trabajo sobre Llompart. Neto deberá presionar y presionar para que no juegue cómodo nunca y para cansarle.
Equilibrio en la aportación de todas las líneas del equipo. Adeleke está dando un paso al frente, pero sus pasos son lo que son. Hace falta más de quienes deberían ser importantes: Betts (aunque desgraciadamente no confío en que pueda hacerlo) y Portilla (David Doblas luce su segundo apellido en la camiseta como protesta a la ACB por dejarle llevar su nombre de pila)
Este de esos partidos en los que la victoria es casi una obligación por lo que supone la derrota. Lucentum Alicante es a priori un rival directo y de un potencial asequible. La salvación pasa, entre otras cosas, por hacerse fuertes en casa ganar a todos (o casi todos) los rivales directos. Es además un buen momento para confirmar que el equipo evoluciona y crece. Que no se queda en nadar y nadar para morir en orillas.
