Ahora es cuando hay que confiar


Qué sensación más rara se queda tras el partido de Badalona. Hay dos asuntos que no me gustan nada; el primero, quedarme con la misma sensación de impotencia y la misma cara de tonto que en Manresa, pues en ambas ocasiones el Lagun Aro me ha ofrecido una sensación de superioridad pero no ha podido llevarse el partido. Y segundo, cada vez es más acusado el hecho de que en el estamento arbitral existe una falta del respeto por GBC terrible, es algo que se mantiene en el tiempo y que empieza a preocupar. Alguien tendrá que levantar la voz porque nos están tomando el pelo. Y no es que perdiéramos el partido por los árbitros, pero sí afirmo sin tapujos que nos perjudicaron ampliamente. Una diferencia de 25 faltas a 15 es sangrante, por mucha zona que utilizaran ellos y muchos triples que tiráramos nosotros. La cuarta falta de Doblas es el ejemplo perfecto y el labio abierto de Jimmy Baron una muestra de lo que le dejan hacer a sus defensores. No podemos quedarnos callados ante algo que se repite jornada tras jornada. En cualquier caso, para mí hay dos claves por las que perdemos este partido. La primera, el rebote ofensivo que captura English, después de una defensa acertada que obliga a una mala opción de la Penya, si ese rebote cae en nuestras manos, ganamos el partido. Seguro.


Y además, perder la renta de diez puntos de la que gozábamos recuerda un poco al guión de Manresa. Sé que en el tercer cuarto llegamos a estar con seis faltas en contra y ninguna a favor, que mandan a David al banquillo de manera injusta. En cualquier caso. Hay que pensar en lo que depende de nosotros y en las dos últimas salidas hemos desperdiciado sendas ventajas más que relevantes que invitan a pensar que hemos desaprovechado grandes oportunidades de victoria.


De todo esto sigo sacando conclusiones positivas. El equipo siempre compite. Salvo el día de Madrid, así ha sido, ha estado sólido en todos y cada uno de los partidos. Y vamos 5-5 lo que no es ningún drama. Ni mucho menos. También opino que ahora hay que ganar el próximo partido como sea, que Gran Canaria no se puede ir de Donosti de rositas. Se me antoja un punto de inflexión, un partido que puede marcar dinámicas, estados de ánimo… fundamental en lo anímico. Hay que ganar el próximo partido. Y lo mejor de todo es que creo que creyendo en lo que se está haciendo se va a conseguir. A mí me gusta mucho como juega al baloncesto el Lagun Aro GBC, su idea y planteamiento. Hay días que las cosas salen y otros que no, hay días que los tiros entran y otros que no; desde el principio de temporada dije que algún día Baron firmaría un 1/7 en triples y no pasa nada, lo mismo que ahora estoy seguro de que meterá cinco, seis o siete triples en algún partido con buenos porcentajes… y no me extrañaría de que ese día sea el próximo sábado ante el Granca.

A lo que voy es que en el fondo, lo que está desarrollando esta temporada el Lagun Aro GBC, tanto en ataque como en defensa, todo su juego en sí, me parece acertado. Es mi opinión y puede que haya a quién no le guste… pero a mí no sólo me gusta sino que me ilusiona. Y en días como éste es en los que más creo que hay que confiar.

Dicho esto, separemos lo que se hizo bien de los errores, centrándonos en el partido de ayer frente a la Penya. Era evidente que el GBC quería obligar a los verdinegros a jugar en media pista, es decir, no permitirles correr. Mientras Pepu mantuvo la defensa individual, la batalla estaba ganada, Salgado marcaba el ritmo y el equipo encontraba soluciones. Las defensas alternativas plantearon muchos más problemas y creo que aunque hubo ataques en los que se movió el balón con criterio y buscando siempre la mejor opción, también hubo un rato en el que la precipitación marcó el ataque y se abusó del triple. Ha habido días en los que se ha tirado más de tres que de dos, siempre y cuando fueran buenas decisiones y buenas posiciones de tiro no tengo ni una pega que poner. Ayer en cambio algunos triples están tirados un poco a lo loco, como cayendo en la trapa que ellos planteaban con esas defensas, esa invitación a caer en su juego y su ritmo. Fue ahí cuando el partido giró en nuestra contra.

Y una de las razones que me invitan a confiar en este equipo es que cuando peor estaban las cosas fue cuando más templanza y mejores decisiones (en ataque) comenzaron a tomarse. La ventaja la tenía Panko y de diferentes formas se le buscó y encontró. Él asumió la responsabilidad, anotando o sacando falta en todas y cada una de las veces que encaró el aro. Y metió los tiros libres cuando más calentaba el sol. Ejerció de líder cuando se le requería y yo creo que es justo que la última bola fuera para él. Lástima que la fallara. La próxima seguro que la va a meter.

Pero en ese lapso de tiempo, hacia el final de partido, desde que la Penya le da la vuelta y cambia el escenario, cuando el GBC estaba buscando recortar desventajas cortas, se mezclan defensas colectivas correctas y eficaces con errores individuales que nos cuestan caros. Creo que Javi Salgado es una joya para este equipo, me parece vital en el cambio a mejor, pero ayer comete un par de despistes que nos cortan las alas en plena remontada y es justo decir que si quiere guiar esta nave en momentos clave debe dejar de tener esos lapsus. Lo mismo digo de Jimmy Baron, su 1/7 en triples no me preocupa, pero sí que no cierre el rebote a English en la defensa decisiva del partido, ya estaba hecho, sólo había que capturar ese rebote tras llevarles a una mala decisión de tiro. Fue la clave en el momento más importante. Hay cosas que mejorar.

También me quedo con la sensación de que si no sacan a Doblas del partido la película habría sido muy distinta. Su segunda y cuarta faltas (sobre todo esta última) me parecen de broma, de que no nos toman muy en serio. O de algo distinto y peor que no quiero ni pensar. Pero que el criterio arbitral fue distinto en un lado y en otro, sobre todo en momentos puntuales y muy importantes del partido, también.

Pero como de lo único que nos podemos preocupar es de lo que podemos controlar y depende única y exclusivamente de nosotros, pensemos en qué tenemos que mejorar y qué tenemos que mantener a pesar de haber perdido. Yo creo que son muchas más las cosas que tenemos que mantener, en las que tenemos que seguir creyendo aunque hayamos perdido tres partidos seguidos, que las que hay que cambiar, que por supuesto también existen. Sin embargo, para mí, sería un error ponernos nerviosos y cambiar un planteamiento que a mi parecer es acertado y prospero. No tengo ninguna duda de que ahora es cuando más hay que confiar. Confiar en el equipo, confiar en el entrenador y confiar en lo que están haciendo. Yo creo que lo merecen y si lo hacemos nos devolverán esa confianza con victorias y, además, con buen juego. Vamos a ganar al Gran Canaria, al fin y al cabo, la derrota ante el Valencia no menoscaba una fortaleza en casa que viene de largo. Y no tengo dudas de que se va a prolongar.

Me duele la derrota, y más en la manera en la que se produjo. Pero no tengo razón alguna para pensar que nos hemos alejado del buen camino.