Inexperiencia

Han pasado varios días desde que terminó el partido contra el TAU. Ahora, algo más frío y con más perspectiva me decido a escribir sobre lo que yo interpreto de esta amarga derrota.
Con calefacción y con ganas fuimos 11000 personas a ver el partido. Nosotros, el público, somos también muy inexpertos, pero no tanto como Joxe Felipe y sus secuaces, ni como los jugadores y técnicos del GBC. Sobre todo estos últimos.
El partido fue muy emocionante y muy bonito de ver. El GBC hizo las cosas bastante bien mientras tenían en su pensamiento «no tenemos nada que perder«. Cuando pasaron a pensar «a ver si no vamos a ganar«, se fastidió el asunto.
Una cierta apatía de algunos jugadores del TAU y una gran labor de los del GBC para no dejar carburar el ataque vitoriano nos dio ilusiones a todos y once puntos arriba al comienzo del último cuarto. ¿Por que no se decide matar el partido ahí mismo? Me explico: Durante 30 minutos el TAU no consigue meter la 5ª marcha. No se encuentran cómodos. Empieza el cuarto y en un momento y gracias a un excepcional Prigioni, te meten dos canastas… ¡Ya no más! Durante más de 30 minutos la estrategia de esperar el fallo del rival ha tenido éxito. A partir de esas dos primeras canastas y sus correspondientes buenas defensas del TAU, es de prever que jugadores de la casta de Prigioni, House, Scola… se enganchen al partido. Es el momento de hacerles faltas y más faltas y trabar el ritmo del partido. Si tienen que anotar, que lo hagan desde el tiro libre, pero no con canastas en juego. ¡Qué no se metan en el partido!

No es la sensación de oportunidad perdida de ganar al TAU. Es la sensación de oportunidad perdida de ganar un partido más y la sensación de que no sabemos interpretar las situaciones que nos trae un partido.