Añoranza

Para quien lo añora y no puede sentirlo. Para quienes con ojos no pueden verlo. Para quien con nariz no puede olerlo. Para quien con piel no puede tocarlo. Para quien con oído no puede escucharlo. Para quien con lengua no puede saborearlo.
Para quien vivió su vida en este norte con cuatro estaciones y ahora, en el verano continuo, añora los distintos colores, las luces y las sombras.
Para ti, que lo recuerdas, lo añoras y lo valoras. Los últimos coletazos del Otoño.