Bruesa ha confeccionado la plantilla con la que se afrontará la próxima temporada ACB. Después de la primera experiencia en esta liga, que terminó con el fracaso del descenso; de la conversión del club en SAD; del cambio que supuso fichar un nuevo entrenador y junto a él una nueva filosofía de juego y nuevos jugadores; del meritorio ascenso de la recién terminada temporada en LEB. Otra nueva oportunidad de jugar la ACB con el objetivo, esta vez sí, de quedarse por mucho tiempo.
Lo cierto es que los deberes tanto a nivel administrativo, institucional y deportivos se han hecho y las bases de este Gipuzkoa Basket son mucho más sólidas en esta ocasión. Como decía antes, el club ha aprendido de los errores de la anterior participación en ACB; no hay que desembolsar ingentes cantidades de dinero en cánones; se es una SAD saneada y atractiva al tejido empresarial e institucional guipuzcoano; se es un equipo atractivo para la afición… Calladamente este club ha hecho muy bien sus deberes y ya no se entiende a Gipuzkoa sin el GBC como cabeza y referente del baloncesto.
Vayamos ahora a lo que más nos preocupa y apasiona: El aspecto deportivo.
José Antonio Samaniego “Sama” escribió en aquel maravilloso blog que el DV le encargó varias veces acerca de los factores críticos del éxito. Recientemente tuve la oportunidad de hablar con él tomándonos un café y volvió a comentarme dichos factores que él sigue teniendo presentes y que utiliza para medir su trabajo y el de su equipo. Me tomo la libertad (y sé que a Sama no le importará que lo haga) de basar este artículo en los factores críticos del éxito que Sama nos enseñó desde su blog:
Antes de nada se debe fijar un objetivo. En la prensa de hoy Laso declara que si “en los primeros quince partidos el equipo lleva 8 victorias se plantearán luchar por la Copa del Rey y si en la 33 llevan 10 victorias el objetivo será salvar la categoría” (Esta temporada, de las 34 jornadas 2 son contra «Descanso», así que efectivas serán 32 jornadas). Esta ambigua postura tomada por el entrenador del equipo puede tener al menos dos lecturas:
1ª Disputar Playoffs (8º en la primera vuelta, 8º en la segunda). Sin duda un objetivo muy ambicioso para un recién ascendido pese a lo desahogado del presupuesto en comparación con otros competidores. Un riesgo evidente de este planteamiento es que las cosas no salgan bien (7/8 victorias en la primera vuelta) y la dinámica del grupo se vea afectada.
2ª Disputar la lucha por la permanencia (11/12 victorias al finalizar la competición). Sin duda un objetivo más acorde a un recién ascendido.
Factor 1: Estabilidad.
Estadísticamente la estabilidad de las plantillas ha sido un factor decisivo. Los equipos que entran en playoffs realizan menos cambios que los que no lo consiguen y menos aun que los equipos descendidos. Esto quiere decir que ser capaces de ser competitivos desde el principio es fundamental y el primero factor crítico del éxito ya está condicionado por la selección de la plantilla por parte del cuerpo técnico del club. Con un presupuesto de 7 millones de Euros, Laso ha seleccionado una plantilla que cumple con su visión del baloncesto y que deberá ser competitivo desde el comienzo de la competición.
El perfil de los jugadores encaja en el estilo de Laso, a quien le gusta que los jugadores sean polivalentes y puedan jugar en varias posiciones. El grupo mantiene una dinámica continuista gracias a las renovaciones de los 6 jugadores más importantes de la anterior plantilla. A éstos se les unen una nueva dupla de bases y la fuerza anotadora de Roe. Tal vez condicionados por haber contratado a los dos extracomunitarios prematuramente, por las ganas de Valladolid de sacar tajada de Gomis y la carestía de Marconato, la posición de escolta se vea afectada. No será de extrañar ver a Sergio Sánchez jugar muchos minutos en dicha posición. El equipo cuenta con 7 jugadores experimentados y con nivel consolidado en ACB. Esa es otra de las características de esta plantilla, la veteranía. Se ha fichado a jugadores que conocen la categoría y saben desenvolverse en situaciones tensas. Jugadores como Doblas, Úriz, López, Andrade… deberán de ser los encargados de hacer grupo. Laso es un entrenador ofensivo, de los que les gusta atacar. En su debe está ver si será capaz de crear un sistema defensivo eficaz.
Factor 2: Factor cancha.
Hacerse fuertes en cancha propia además de un tópico es un factor crítico decisivo. Un equipo que consiga la permanencia seguro que habrá conseguido ganar cerca del 50% de los partidos disputados en su cancha. No olvidemos el precio que se pagó en la anterior presencia del GBC en la liga ACB cuando no se consiguió ganar un partido en casa hasta el mes de Diciembre. Los equipos descendidos consiguen cerca del 35% de victorias. Una diferencia significativa.
Factor 3: La otra liga.
Es obvio que en la ACB hay dos niveles. Esta temporada esta diferencia es más evidente. Por arriba estarán TAU, Barça, R. Madrid, Pamesa, Unicaja y Cajasol. Después el resto. “El 70% de las victorias de los equipos que no consiguen entrar en playoffs se consiguen entre ellos” –dice Sama en su blog-. Los equipos que descienden consiguen el 35% de esos enfrentamientos directos, el resto el 54%.
Factor 4: Un quinteto sólido.
Históricamente se ha demostrado que es más importante disponer de un quinteto sólido que de una mayor aportación desde el banquillo. Los equipos descendidos han precisado de una aportación de sus jugadores de rotación cercana al 40%, mientras los que mantienen la categoría “sólo” han necesitado un 33%. Un quinteto estable y regular es por lo tanto otro factor decisivo.
Factor 5: Las distancias cortas.
Los partidos que se deciden por distancias cortas y se ganan. Esa es la medida de la competitividad de un equipo. Cerca de un 30% de los partidos de una temporada se deciden en un rango inferior a los 5 puntos. Los equipos descendidos consiguen un 33% de victorias en dichos partidos, mientras que los equipos que no entran en playoffs consiguen un 46%, que viene a significar una victoria más. Todos sabemos lo importante que es una victoria de diferencia cuando se está peleando por evitar el descenso.
Factor 6: Los malos momentos.
Las temporadas son largas y se rigen por ciclos de forma y de resultados. Saber gestionar dichos ciclos es vital para la dinámica de un grupo. Históricamente el número de victorias consecutivas de los equipos que no lucharán por el título será de cerca de 3 y media, mientras que el número de derrotas rondará las 6. Eso es mes y medio de entrenamientos; 6 semanas de soportar críticas y dudas; 90 días en los que los directivos pueden perder los nervios… Saber gestionar los ciclos negativos manteniendo la perseverancia y la confianza en el trabajo colectivo es vital para superarlos.
Pues bien, estos son los factores que Sama tiene en cuenta para evaluar el éxito de un equipo que lucha por la permanencia. Son factores que deben ser medidos y tenidos en cuenta de una manera constante. Sé que él sigue teniéndolos presentes y que los utiliza para evaluar su trabajo propio. En momentos de la temporada retomaré estos factores para ir viendo si se cumplen y realmente definen la posición que el GBC tendrá en la liga.