La primera jornada de la 2ª vuelta ha traído una victoria del B the Travel Brand con regusto amargo, y es que la manera en la que los de Felix Alonso han conseguido imponerse al Liberbank Oviedo no ha sido, para nada, ilusionante.
El 5 inicial presentado, era «grande» con Löfberg de 2 y Bropleh de 2. Era el sueco quien aprovechaba su ventaja física para desarbolar a los ovetenses, pero ha sido un espejismo. El conjunto balear no ha encontrado en ningún momento la manera de imponer un estilo en el que el grupo generase ventajas mediante el juego colectivo. El Liberbank Oviedo apretaba en defensa, negando los pases a interiores y no permitiendo una fluida circulación de balón. Todo lo que hemos visto han sido unos contra unos, ya que los de Alonso han sido capaces de encontrar la manera de conseguir ventajas mediante juego colectivo inexistente. Si movimiento en los jugadores de balón, sin bloqueos, sin circulación…
Tampoco en defensa los baleares consiguieron imponer su dominio. Sin «hambre» y siempre de manera reactiva, no conseguían, salvo en contadas ocasiones evitar tiros cómodos del Liberbank Oviedo.
Tras 17 partidos de competición, la plantilla más completa y extensa, sólo pudo doblegar a un ordenado y peleón plantel que lucha por mantener la categoría, gracias a la diferencia de calidad en el 1c1 de Bropleh (14 posesiones; 1,286 OER) y Löfberg (9 posesiones; 1,111 OER). Barac dispuso de las mismas posesiones que Bropleh (14) y su OER fue de 0,643. ¿Hizo mal jugándose tantos balones? No, sólo que su calidad y claridad a la hora de jugárselos no fue tan buena como la de sus compañeros.
Tampoco está encontrando Hernandez la manera de generar juego para sus compañeros (0 asistencias, 1 balón perdido, 2 faltas recibidas. 0,857 OER) y el grupo se resiente.
Para terminar, la 2ª unidad, que era tan decisiva para el B the Travel Brand, no es sino una sombra de lo que fue. Sobre todo por su falta de regularidad. Ya no rematan ni cambian el ritmo del juego.
Este B the Travel Brand actual es una caricatura del plantel que vi jugar en Donostia contra Delteco GBC. Aquel equipo jugaba con intensidad y anticipación defensiva; provocaba el error del rival y generaba ventajas en las transiciones; producía tiros cómodos mediante bloqueos, cortes y rápidas circulaciones de balón… El grupo actual defiende «persiguiendo» a sus pares; le cuesta llegar a las ayudas; no domina el rebote ni sale rápido en transiciones; en ataque es inoperante sin balón y sólo generan desde el 1c1 abusando del bote y tirando en no buenas posiciones. Les salva la enrome calidad de sus hombres, pero, como decía, son la caricatura del equipo que alguna vez fueron y que deben ser.
Lamento insistir y ser tan duro, pero es el momento, tras 3 victorias sin un buen juego, de analizar la tendencia del juego actual. Van 18 jornadas y el equipo no ha alcanzado las expectativas de juego que se le suponen por la calidad de sus jugadores y esto hay que decirlo, porque mirar a otro lado no va a ayudar. Para conseguir el #ViatgeaUnSomni, este equipo debe volver a jugar con una defensa dominante y asfixiante para sus rivales y con un ataque colectivo que genere ventajas para que la calidad de ejecución de sus hombres, sea aun más determinante. La parte positiva es que no es algo complicado para esta plantilla. Los mimbres están y son buenos. Falta hacer una buena cesta que funcione bien los 16 partidos que quedan (más la fase final).