Importante victoria la que ha conseguido el Bruesa en su visita al Cajasol. Una de esas que son consideradas estratégicas al conseguirse ante un rival directo, en situación parecida y que les hunde un poco más.
El Bruesa inició el partido con una actitud muy diferente a mostrada en el anterior partido. El discurso acerca de la intensidad necesaria para competir en ACB ha surgido efecto en este partido. López, estrenando titularidad ha destrozado a los sevillanos con su acierto desde la línea de 3 puntos y Doblas se ha aprovechado de que no le hacen dobles marcajes y en cántabro está en un gran estado de forma y en el cuerpo a cuerpo es mejor que lo que sus rivales creen.
En Sevilla estaban perplejos ante el nivel de intensidad, concentración y acierto de los donostiarras y anonadados ante el pauperrimo rendimiento del otrora mejor base de la ACB. Y es que Elmer Bennett ha sido una gran losa para el Cajasol durante todo el partido.
El Bruesa fiel a la estrategía planteada por Laso, iba anotando con fluidez y defendiendo la excesiva anarquía del Cajasol. Los sevillanos sólo sumaban 4 puntos en los 8 primeros minutos, incapaces de encontrar buenas posiciones de tiro y sólo la entrada de Pecile ha conseguido «doblar» esos guarismos para terminar anotando 8 al final del primer cuarto. La diferencia en el primer cuarto fue clave a la postre, ya que esos 16 puntos de diferencia se han demostrado inalcanzables para el Cajasol.
Bruesa en este primer cuarto ha asegurado su rebote con solvencia y ha anotado desde todas las posiciones. Bien asentado en el campo y con un buen balance entre todos sus hombres.
Cajasol se ha mostrado perdido intentando buscar a un salvador, visto que el «equipo» no funcionaba.
Bennett no ha vuelto a jugar en la primera parte. Ellis tampoco. Por ellos Pecile y Miso han ido tomando poco a poco la batuta del equipo. sobre todo el sevillano, que cuando ha comprobado que no podían frenar sus penetraciones con su mano derecha (es curioso, cuando bota con su mano izquierda no penetra, sino que se frena). Carter, muy desasistido durante todo el partido, iba sumando sobre todo gracias a su actividad en el rebote ofensivo.
Manel Comas ha conseguido frenar la sangría que estaba siendo el partido ordenando una defensa zonal. Con ella, el Bruesa ha dejado de mantenr el balance entre el juego interior y exterior. La circulación de balón ha sido mucho más lenta y no se han robado balones para salir al contraataque. El Cajasol parecía que había encontrado la solución, pero el Bruesa demostraba tener confianza y pese a perder presencia en el rebote, donde Carter hacía mucho daño, al descanso se llegaba con 10 puntos de ventaja para los donostiarras.
La segunda parte presentó la principal novedad en que era Pecile (merecidamente) quien dirigía la nave sevillana. Parapetados en su defensa zonal que tanto se atragantaba al Bruesa y en la penetraciones del italiano, el Cajasol recortaba diferencias hasta ponerse a 4 puntos. Los tiros ya no entraban a un López que se motró letal en la primera parte para el Cajasol y para el Bruesa en la segunda. Roe, Panko y Úriz mantenían la ventaja del Bruesa más con destellos fugazes yu esporádicos que con un amenaza costante. Ignerski se sumaba al juego y su tamaño y muñeca se hacían imposibles para la defensa del Bruesa. Cajasol seguía recortando las diferencias (6 puntos más en este cuarto) y no sin dificultades certificaba que tenía el arma que hacía daño al Bruesa.
Todo siguió el mismo guión en el último cuarto hasta que Manel Comas, tal vez por el cansancio de sus jugadores, tal vez por querer reenganchar a sus jugadores importantes introdujo en pista Bennett y Ellis. Por parte del Bruesa, Marconato anotó todos los tiros que hizo (tiros que hizo porque no encontró a ningún compañero mejor colocado) y Hopkins, que salío cuando Roe cometió su 4ª falta, buscó jugarse, con acierto, todos los balones que llegaban a sus manos. Así se llegó a los minutos finales donde los jugadores del Bruesa tuvieron la capacidad de acertar en sus ataques, mientras que los del Cajasol no supieron resolver sus ataques. Sólo la fortuna en forma de triple a tabla de Carter y la relajación de Sergio Sánchez que perdió un balón tonto en medio campo puso algo de emoción a los segundos finales.
Bruesa tuvo un OER de 0,957 y un DER de 0,861. Mantiene su eficiencia ofensiva y ha mejorado ligeramente la defensiva. Sus jugadores más destacados han sido López en la primera parte en la que ha anotado con fluidez, mientras que en la seguna se ha cegado en tiros mal seleccionados. Echando un vistazo a la estadística +/- Lou Roe obtiene un guarismo espectacular (+24). Con él en pista Bruesa anotó 47 y recibió 32 puntos, mientras que cuando estuvo sentado, Bruesa anotó 30 y recibió 39. También Panko tiene un buen dato (+14) y es que, pese a que no está produciendo lo que en él debería ser lo normal, su presencia en pista se antoja imprescindible dada la conguración de la plantilla donostiarra. Por parte del Cajasol, el mejor jugador de esta estadística es Andrés Miso (+11) destacando la producción de su equipo cuando él está en pista (54 puntos anotados y 44 recibidos). Similar también el rendimiento de Pecile: 69 puntos anotados por 60 recibidos cuando estuvo en pista.
En el debe del Bruesa, el daño que les hizo la defensa zonal. Se atacó exclusivamente con bloqueos directos a los bases, sin sobrecargas de hombres en el lado fuerte y sin inversiones de balón. Con ello, no se consiguieron tiros en buenas posiciones; tampoco forzar faltas ni hacer llegar el balón a jugadores tan importantes para el equipo como Panko o Roe.
Eso sí, lo que no hay duda es que esta victoria, la primera del Bruesa, debe llenar las pilas de moral al equipo.