Tras un comienzo algo atenazados, el equipo mallorquín se sacudió los miedos y guiados por una determinación no vista desde hace semanas, consiguió una victoria balsámica ante un combativo Leyma Basquet Coruña.
No empezó bien el partido, aunque se vieron voluntades de cambio desde el comienzo, como muestra la incursión en el 5 inicial del canterano Tomás, que pudo empezar a coger ritmo de competición después de mucho tiempo parado. Pero la intensidad con la que los coruñeses se empleaban en defensa, usando mucho el contacto en defensa, unido al dubitativo estado de ánimo de los baleares, hizo que las primeras rentas fuesen para los visitantes.
Alonso, fiel a su estilo, comenzó con las rotaciones buscando esa frescura y también ese revulsivo que el equipo necesitaba… y aquí es donde entraron Quintela y Bivià. El base gallego salió con la determinación de echarse el partido a las espaldas y de ser él quien marcara el ritmo del juego. Se jugaba a lo que él decía, o no se jugaba. Su exhibición en el tiro, pero sobre todo en la capacidad de producir juego y asumir un rol que, si bien a priori no era para él, por su carácter lo ejecutó a la perfección: Líder carismático del grupo. Guió la remontada, la renta positiva y mantuvo las ventajas cuando el rival apretaba. Galones de Mariscal.
- 23 Minutos
- 20 Puntos
- 7/9 en Tiros de Campo (4/5 en T3)
- 5 Asistencias
- 0 Balones Perdidos
- 9 Posesiones (el 11,7% del equipo)
- OER 2,222
A su lado, Carles Bivià, volvió a ser el jugador resolutivo y dominante a quien no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones. Ese es su papel, el que mejor hace. Es el «jugón» del equipo, quien desequilibra por su calidad y por sus inesperadas muestras de genialidad.
- 18 Minutos
- 20 Puntos
- 6/7 en Tiros de Campo (4/6 en t3)
- 1 Balón perdido
- 10,5 posesiones (el 13,7% del equipo)
- OER 1,905
Fueron, sin duda, los jugadores que destacaron por encima del resto, pero ese «resto» hizo un grandísimo partido en su globalidad:
- 99 Puntos
- T2 22/42 52,4%
- T3 14/28 50%
- 44 Rebotes (32 RD; 12 RO)
- 77 Posesiones (36,4% T2; 36,4% T3; 11,7% TL; 13% BP)
- OER 1,286
- DER 0,888
Vistos estos números, quiero poner especial hincapié en algo de lo que hablé en la previa: El uso de las posesiones por parte del B the Travel Brand Mallorca. Podíamos ver que el Leyma Basquet Coruña forzaba a sus rivales a perder el 20% de ellas y durante el partido pudimos ver por qué: Su defensa es muy física, muy intensa, busca mucho presionar al jugador con balón y desplazar cualquier bloqueo para que no se jueguen cómodamente. Por norma, consiguen de este modo controlar a sus rivales.
B the Travel Brand Mallorca salió con la lección aprendida y no se dejó amedrentar, castigando las ayudas para conseguir tiros liberados.
Pero el factor determinante como equipo, fue el absoluto control de los tableros. En anteriores partidos se flaqueó en el rebote defensivo y fue precisamente una de las principales claves de las anteriores dos derrotas. Sin rebote defensivo, además de conceder tiros cómodos al rival, no se pueden jugar contraataques ni transiciones rápidas que generan desajustes en la defensa rival.
B the Travel Brand capturó 32 de los 35 rechaces que hubieron bajo su canasta (el 91,4%) y además, como si de un bonus track se tratase, consiguió 12 rebotes ofensivos de los 35 que hubo bajo el tablero visitante (el 34,5%).
En este sentido, sobre el excelente rendimiento global, destacó Chema González, quien además de pelear duramente contra Blackwell y Tiam, consiguió dominarles en los rebotes con 12 (6+6 en cada tablero).
Así pues, hemos visto las claves del partido:
- Dominio del rebote
- Jugar desde la defensa
- Liderazgo de los «veteranos»
Comprobamos que los números sustentan dichas claves, pero no olvidemos que es la actitud, el esfuerzo y la calidad del equipo quien produce estos números y no al revés. Es además, este el orden:
- Actitud
- Esfuerzo
- Calidad
Importante victoria ante un buen rival que nos muestra el verdadero potencial de este equipo, por que no, no es un problema de lesiones lo que ha tenido y tiene este equipo. Es de actitud. Y no me refiero a desidia ni falta de compromiso. Es de confianza y de seguridad en sus fortalezas. Son la mejor plantilla de la competición y, con la humildad que da el saber que si no se trabaja duro; se juega al 100% cada segundo en pista; se es generoso con los compañeros y se buscan los mejores tiros cada vez en cada ataque, cualquiera puede ganarles, deben imponer su estilo y múltiples variantes de juego a todos sus rivales.
Sigo pensando que el primer puesto en la liga regular es una utopía y que deben trabajar en ser cada vez más conscientes de que, jugando a su nivel, son imparables. Que un campeonato se consigue al final de la temporada, pero el carácter campeón se forja entrenamiento a entrenamiento, partido a partido. Deben creérselo, repito desde la humildad, pero deben imponerse a quien se enfrenten.