Reflexiones en voz alta |
El sábado pasado, mientras veía en la televisión el partido Real Madrid – Unicaja Málaga, entré en una conversación vía twitter con el bloggero Cesar Nanclares (@cesarnanclares) sobre lo que consideramos «buen baloncesto». Una discusión en dicho medio, en la que cada opinión tiene un máximo de 140 caracteres, es un ejercicio de síntesis y a la vez algo muy complicado, ya que no es posible (al menos para mi) concretar lo necesario para explicar una opinión. Decir que ambos teníamos opininones distintas, pero el ejercicio me inspiró una idea sobre la que escribir.
Se tiende siempre a la bipolaridad. A completar las imágenes en nuestra mente y a ponerse muy a menudo todo en blanco o en negro. No se entiende que todo es una escala de grises (si no un arco iris de color) y que ni una cosa es verdad ni la contraria mentira. Así pués, un «run-run» habitual es el que dice que «el baloncesto, si no se juega a anotaciones altas, es aburrido», «el baloncesto se juega a meter más puntos que el rival y los entrenadores juegan a que el contrario anote menos…», «a los jugadores les gusta atacar y a los entrenadores defender», «cuando un equipo gana por 30 puntos de diferencia se habla de lo mal que ha defendido el rival y no de su buen ataque», «el baloncesto no tiene audiencias porque no es atractivo, ya que sólo defienden y eso es aburrido». Y como estas, un montón de sentencias del pelo.
Ni qué decir tiene que yo no comparto esas aseveraciones. Pero vayamos por partes y empecemos desde el principio.
Qué es el baloncesto
El RAE dice: Juego entre dos equipos de cinco jugadores cada uno, que consiste en introducir el balón en la cesta o canasta del contrario, situada a una altura determinada.
La Wikipedia es mucho más extensa: Resumo la 13ª y última regla que el Profesor Naismith definió como definitoria: El equipo que consiga más puntos será el vencedor.
Para mi el baloncesto en sí mismo no es ni aburrido ni divertido. A mi me gusta. Me gusta mucho. Y me gusta en todos sus aspectos. Como lo comparamos todo y todo lo comparamos con el fútbol, cuando hablamos de «defensa», tenemos ya, queriendo o sin querer un paradigma negativo. Yo no creo en absoluto que las acciones defensivas en baloncesto sean aburridas. Tampoco que un equipo juegue posesiones largas rehusando emplear contraataques. Por partes:
En internet hay mucha información acerca de cómo se juega al baloncesto. Para mi, una regla básica es la alternancia, como comenté anteriormente en este blog. Así pues, a diferencia de, por ejemplo, el fútbol, en baloncesto la unidad de medida no es el tiempo, sino la posesión y esta, por reglamento es alternante. Primero ataca un equipo y defiende el otro y viceversa. La conclusión es que la defensa es tan importante como el ataque. ¿Qué tiene que ver lo anterior con que defender pueda ser causa de aburrimiento y/o mal juego? Evidentemente, si un equipo no defiende o bien no ataca, no está practicando un «buen juego… de baloncesto.»
¿A quien que le guste el baloncesto no le gusta ver jugar en ACB al Regal Barça, al Caja Laboral Baskonia y escala menor esta temporada al Blancos de Rueda Valladolid? Plantean un baloncesto total (cada uno es su nivel) y ver la actividad, la sincronía y la efectividad defensiva de esos equipos es similar a su actividad, sincronía y efectividad ofensiva. El Baloncesto lo es todo y no puede separarse. El buen juego es la conjunción de todas las facetas del mismo. Con tantas posesiones y en un espacio tan pequeño, no es posible descuidar una de las facetas del juego.
Visiones
Practicante jugador y/o entrenador
Aficionado
Periodistas
Público general
Tal vez a ese potencial público en general lo que eche para atrás sea no comprender el baloncesto. No entender sus cambiantes normas. Al no tener simpatía por un equipo en concreto y no existir la pasión, ven el baloncesto como un carrousel de las 10 mejores jugadas. Conciben el baloncesto como algo descotextualizado e incomprensible cuando en algún televisor de algún bar emiten un partido mientras se toman unas cañas. En el resto de visiones hay un denominador común: La pasión, el vínculo con un equipo y/o con el propio juego. Esto es fundamental.
No, no es la defensa la mala de esta película. Como tampoco lo es el ataque. Quitémomos esos falsos paradigmas de la cabeza y disfrutemos del BA-LON-CES-TO.
¿Y tú que opinas?
Recomiendo los siguientes artículos por interesantes:
- El viaje hacia la posesión
- El ritmo del partido
- El baloncesto