La violencia como argumento [opinión]

Pasado un tiempo del duelo entre David Doblas y Uros Slokar del pasado partido del Lagun Aro GBC contra Assignia Manresa, reflexiono sobre lo dicho en la tertulia de Playbasket Gipuzkoa.

David es un gran tipo
(foto puertarás)

Paso el término «violencia» del título a «juego duro» si alguien así lo prefiere, aunque yo discrepo, ya que utilizar los codos para ir contra un adversario, perseguirle con el fin de agredirle, etc., son a todas luces actos violentos. Luego podemos discutir sobre el grado de intensidad de dicha violencia.

Lo que viene rondando la cabeza, son afirmaciones del tipo: «Esa refriega nos metió en el partido«, «Slokar llevaba 14 puntos en la primera parte y tras ese incidente, le secó«, etc.
Y me pregunto: ¿Se justifica? Es decir, ¿el fin justifica los medios? ¿Sí? ¿Estamos seguros de eso? Yo discrepo porque no todo vale. No debemos aceptar eso. Al menos yo no lo hago. Resulta que el GBC no estaba presentando argumentos deportivos para dominar el encuentro y un acto violento (repito, que cada uno cualifique/cuantifique dicha violencia) es lo que hace saltar la chispa que encienda la luz en los jugadores del GBC y la apague en las del Manresa. Podemos sacar este argumento a otros contextos:

  • El profesor que ante un alumno díscolo le castiga con un varazo en los dedos (o con una reprimenda pública) y con ello consigue que la clase esté atenta.
  • El padre que ante su hija que no quiere comer, le da un cachete y consigue que coma.
  • El empresario que ante la falta de productividad de su plantilla, despide a un trabajador especialmente querido por sus compañeros.
  • El dictador que aferrado a su poltrona bombardea a su pueblo levantado contra él.
Yo no creo que la violencia deba ser un argumento válido y aceptable. Tampoco en el deporte. Sobre todo en los deportes que castigan la violencia (no estoy hablando de deportes de lucha o incluso de Hokey sobre hielo, donde está permitido).
Termino diciendo que yo entiendo a David Doblas y que no es mi propósito demonizarle. No, no creo en una caza de brujas contra David. No sería justo, puesto todos podemos equivocarnos. Tampoco justifico su acción como «parte del juego», «revulsivo» o argumento válido para frenar a un oponente (jugador o equipo).