Matando viejos fantasmas

Baron entrenando en el Gaska

Si la pasada semana se rompía la maldición del Cajasol en casa, en esta ocasión se ha dado buena cuenta del gafe en Menorca. Y de qué manera… De hecho, si a las estadísticas nos remitiéramos, en las tres primeras jornadas, no teníamos nada que rascar. Pero vaya si hemos sumado, dos victorias en tres partidos y, sobre todo, una dosis de confianza inyectada directamente en el subconsciente. Hay dos asuntos que invitan al optimismo por encima del resto; el primero, la identidad tan marcada del equipo, su carácter y personalidad tan reconocibles con los que juega el Lagun Aro GBC, y segundo (aunque no menos relevante) el dato objetivo de que absolutamente todos aportan. Todos y cada uno de los jugadores reconocen su rol y lo interpretan a las mil maravillas, dejando una impresión de conjunto muy agradable.


Hay que reconocer que el GBC nos ha alegrado la mañana de domingo. Qué gozada. No paramos de sonreír disfrutando del juego, pero ahora más que nunca, voy insistir en una de las ideas que subrayé en el anterior post: No hay que echar las campanas al vuelo y lo único que importa ahora mismo es el próximo partido. Ahora lo único que nos compete y que nos va a dar réditos es pensar en Estudiantes. Todo lo demás son castillos en el aire.

Además, hay que tener en cuenta que no todo es un mundo de fantasía y de color. Hay tres problemas recurrentes en el GBC en lo que llevamos de temporada: Uno, casi no hace falta ni que lo nombre, ¿verdad? El rebote ofensivo. No es necesario profundizar mucho en el tema, todos sabemos que si de 36 rebotes que salen de nuestro aro el rival captura 20 es que no hemos brillado en ese aspecto. No hace falta ser un genio para darse cuenta. Pero siendo un fallo repetido en los tres partidos, en éste tiene el añadido de que Menorca ha sumado demasiados puntos en segundas opciones, circunstancia que no fue tan evidente ni en Fuenlabrada ni en el partido ante Cajasol.

Lo de las pérdidas de balón sí que llama un poco la atención. No se puede acusar al GBC de una mala toma de decisiones. Ni mucho menos. El juego en ataque es fluido, eficaz. Cargado de sentido y alternativas, pero a la vez, sencillo. Teniendo en cuenta el acierto a la hora de encontrar buenas posiciones de tiro, los porcentajes son altos. La dirección de juego está siendo magnífica (nada que ver a la que estábamos acostumbrados, si es que ésta existía cuando Uriz no estaba en pista). El único lunar, las excesivas pérdidas de balón.

Y el último de esos inconvenientes que se han repetido es que el base titular del rival, hasta ahora, siempre nos ha hecho daño. Valters, Calloway y Ciorciari. Tampoco es que sean mancos, pero no es excusa. El ímprobo trabajo que están realizando Salgado y Uriz, en mi opinión absolutamente clave en que el juego del GBC sea próspero, debe verse refrendado atrás de una manera más regular. Acabar con los despistes, no tener fallos de concentración.

Sé que después de ver los dos últimos partidos, esto puede sonar a ponerse un poco estupendos. Pero creo que no está de más recordar que no somos perfectos, que no es que haya que mejorar, es que hay mucho que mejorar. No todos los días vamos a firmar un 80% de T2 y un 52% de T3… Lo que no va a convertir en un equipo solido se consigue cuando nuestro aro queda a nuestra espalda. Pensar que tampoco es tan importante defender porque somos muy buenos en ataque me parecería una necedad. Y esto lo digo teniendo claro que llevamos dos partidos defendiendo a un nivel muy alto.

En el partido frente a Menorca, estos tres aspectos; el rebote ofensivo del rival, el exceso de pérdidas y el buen papel del base rival, simplemente han propiciado que al Lagun Aro le costara más tiempo resolver el partido. Daba la sensación de que si se cubrían esas carencias antes, la victoria habría sido más solvente.

Al final, los detalles son importantes. Entre el final del segundo cuarto y el principio del tercero, el Menorca nos ha metido en problemas -con cierta connivencia arbitral, dicho sea de paso-. Y hemos salido de ellos, precisamente por esa identidad de equipo que desprende el GBC, esa sensación de saber lo que se hace y creer en ello. Este mismo partido en esta misma cancha, la temporada pasada lo perdemos seguro. Así de claro. Pero algo está cambiando o ha cambiado ya.

Quizá sea que Javi Salgado sabe qué hacer con la batuta del equipo, cosa que otros no supieron. La tranquilidad que desprende en los finales de partido saber que va a asumir la responsabilidad es impagable. Será que no estábamos acostumbrados. Pero es que la totalidad de su partido en ataque ha sido una delicia. Un clinic de dirección sobre el parqué. ¿En qué estarían pensando en Bilbao para desprenderse de él? Es cierto que debe aplicarse en defensa, no tiene que despistarse y hay que insistir por ahí. Pero es que lo que te da es infinitamente mayor a lo que te quita. Su fichaje es un salto de calidad tremendo para el equipo.

Quizá sea que hemos encontrado un anotador fiable que además no retiene ni condiciona tanto el juego como el que cumplía ese papel el año pasado. Y si lo condiciona es para bien, porque Jimmy Baron abre enormes espacios donde antes sólo se cerraban. Porque cada vez que habla es para decir que está concentrado en mejorar su defensa (debe hacerlo) y no en decir que puede meter 50 puntos en cualquier liga del mundo. Porque cuando está defendido y hay un compañero sólo, él pasa el balón, porque el juego fluye através suyo en lugar de quedar estancado. Todavía es muy pronto para hablar algo más, pero sí parece que Jim Baron jr. es el jugador adecuado para cumplir esa función en este equipo. Y además, se le ve muy cómodo en el grupo, en el club. Se le ve feliz. Y es emocionante verle tirar. Como he dicho antes, aún es pronto, prontísimo. Tendrá días que el 5/9 de esta ocasión sea un 1/7 o 0/6, tampoco entonces hay que volverse locos. Hablaremos al final de la primera vuelta, pero si mantiene el nivel… De momento a disfrutar de su muñeca, porque madre mía… Y como diría el gran Andrés, raza blanca, tirador.

O quizá sea que Niko Tskitisvili está dejándonos con la boca abierta o que Kone cada vez que sale suma o que David y Albert son una pareja interior solidísima o que Alfonso Sánchez a la chita callando el otro día bajó los porcentajes de Bullock y hoy ha secado a Cuthbert Victor… O quizá es que lo mejor de todo reside en el grupo. El año pasado no podíamos vivir sin Panko firmando numerazos, hoy en día, si no aporta uno, aporta otro, o más bien es que aporta uno y el otro, todos. Por cierto, que me parece una muy buena noticia que el Panko que estamos viendo se parece cada vez más al Panko al que estamos acostumbrados.

Y siendo todos los focos para Javi y Jimmy, yo no puedo dejar de descatar a Doblas, Uriz y Alfonso Sánchez. Sus números no lo reflejan, pero han sido tan importantes como el que más. Quizá el partido haya sido más injusto con ellos. Lo de David quizá se ha visto más, porque su brega, su responsabilidad defensiva y para con el rebote ha sido más que evidente (por lo menos para mí); pero el carácter de Uriz llevando al equipo cuando más apretaba Menorca, su defensa sobre el base (cierto, con algún despiste raro en él) y sobre todo, cuando más difícil era volver al campo porque no te están saliendo las cosas ni entrando los tiros, y defender de esa manera, robar el balón, correr y asistir, ofrencen una tranquilidad al equipo que no paga con dinero. Lo de Alfonso ya lo he comentado, su trabajo no es cómodo ni sale en los resúmenes de las mejores jugadas, pero está dotando al equipo de muchos argumentos atrás. Lorbek si que está todavía falto de encontrar su sitio, pero no creo que haya que preocuparse, ha tenido muchos problemas de lesiones, nada grave, pero problemillas que no te dejan estar bien del todo. Volverá. Para mí, todos ellos, tan importantes como los que han firmado grandes números.

Esto es un deporte de equipo. Nunca lo olvidemos.

Y para terminar, una pequeña reflexión sobre la defensa. Hacía diez meses que no ganamos fuera de casa. La última vez, también fue un resultado abultado en el que nuestros porcentajes rayaron lo excelente. Si no queremos esperar el mismo tiempo, hay que seguir igual de concienciados atrás. El comienzo de liga para el Lagun Aro GBC marca una diferencia desde la defensa. En Fuenlabrada durante una buena parte del partido, pero ante Cajasol y Menorca de manera sostenida, la defensa ha sido clave. Es obvio que el ataque funciona, se está sacando partido de las virtudes de cada jugador, lo que resume la mejor virtud de un entrenador. Pero si no se refrenda atrás seremos un equipo mediocre. El año pasado lo fuimos, ya digo que algo está cambiando.

Por cierto, que esta defensa se sostiene sobre dos jugadores que están realizando un enorme sacrificio por el equipo: Albert Miralles y David Doblas (y ojo a Panko también en defensa). Los dos integrantes del juego interior titular del GBC están en la lista de los 10 jugadores que más faltas hacen. Dos jugadores que podrían pensar en protegerse, en sus puntos, sus números… pero piensan en el equipo. Este año no están expuestos como el pasado, donde sus ayudas eran larguísimas, a veces saltando a una penetración casi a la desesperada. La defensa de esta temporada, propiciada en parte (creo) por el cambio de normativa, les permite ser mucho más efectivos en esta tarea. Cuando a Albert dejen de tomarle el pelo señalándole faltas de cadetes, igual hasta damos otro salto de calidad…

Y nada, quizá se podía esperar una crónica de vino y rosas, de fantasía y de color, pero opino que hay que tener los pies en la tierra, que al césar lo que es del césar y hay muchas cosas buenas de reconocer a este equipo. Pero si nos regodeamos en ellas y nos quedamos sólo con el deleite del juego del Lagun Aro, flaco favor le haremos a nuestro equipo. Hemos dado un paso más, y lo hemos disfrutado mucho. De paso, hemos ahogado otro de los fantasmas que nos perseguían a lo largo de la ACB (cada vez quedan menos). Vamos a por el Estu, que llega muy necesitado, lo que le convierte en un rival más peligroso si cabe.

Vamos por el buen camino, no nos salgamos del él ni queremos correrlo demasiado rápido. Pasos fuertes y seguros, pero paso a paso. Bien por Laso y los suyos, que nos hacen sentirnos orgullosos de ser del Lagun Aro GBC.