Palmer Alma Mediterrànea Palma, fue barrido por Acunsa Gipuzkoa en su visita a Ilunbe.
Lo que, a priori por las trayectorias de ambos equipos, podía ser un encuentro igualado, los de Lolo Encinas se esforzaron desde el salto inicial en no hacerlo posible. Su concentración, preparación, nivel de actividad y calidad, fue un rodillo frente al que el Palmer Alma Mediterrànea se rindió y bajó las manos. Se negaron a competir, dando una imagen de grupo que no cree ni confía. Eso es algo que este equipo nunca, NUNCA, debe permitirse. No son de las mejores, expertas, físicamente dominantes, técnicamente sabias… plantillas. No. Es todo lo contrario y lo que puede hacerles alcanzar sus objetivos, sólo pasa por no rendirse JAMÁS.
No es un momento bueno para la reflexión, ya que en 8 días se disputan 3 partidos (este pasado ante Acunsa Gipuzkoa, el miércoles recibiendo al Juaristi ISB y el próximo domingo visitando al Levitec Huesca). Con 6 derrotas consecutivas, todas, menos esta última en Donostia, con opciones claras de victoria, pero al fin y la postre, 6 derrotas.
Así que no es el momento, pero la circunstancia ha puesto al Palmer Alma Mediterrànea en la necesidad de pararse, reflexionar, encontrar soluciones y aplicarlas.
Palmer Alma Mediterrànea, previsible y sin capacidad de reacción.
5 partidos son más que suficientes para los cuerpos técnicos rivales estudien, analicen y planteen los partidos para frenar la propuesta estratégica de los de Pau&Alex. Este Domingo, el cuerpo técnico dirigido magistralmente por Lolo Encinas, ejecutó a la perfección el antídoto, tanto en defensa como en ataque, para no solo neutralizar el juego del Palmer Alma Mediterrànea. Lo colapsó, lo anuló y lo desgastó de tal modo que nadie, jugadores o técnicos, pudieron encontrar una manera de competir.
Acunsa Gipuzkoa aplastó al Palmer Alma Mediterrànea. Algo que tal vez, desde la pasada campaña contra Almansa en Son Moix no pasaba.
Lolo Encinas (y ya todos los equipos de la liga), saben que Palmer Alma Mediterrànea es muy agresivo en el bloqueo directo, sacando a sus pívots a defender muy, muy arriba y después tener que recuperar en desplazamientos muy largos.
Palmer Alma Mediterrànea, que tiene jugadores de características físicas muy parecidas, cambia en todos los cortes, bloqueos indirectos, etc. Algo que puede ser una virtud no lo es si se cambia por cambiar «premiando» a quien no se esfuerza, potenciando la falta de esfuerzo (total, me lo van a cambiar…).
Una defensa completamente desajustada y perdida que fuerza que los escasos pívots lleguen siempre tarde y se carguen de faltas.
Si bien es cierto que Acunsa Gipuzkoa estuvo muy acertado, no es menos cierto que no hicieron ni un solo mal tiro. Todos fueron buscados y encontrando al jugador mejor colocado para lanzar.
Una defensa sin garra, absolutamente reactiva, sin actitud ni intensidad y sin respuesta desde el banquillo.
Y esta temporada la defensa era la mayor fortaleza del grupo… pero ya todos los rivales saben cómo deben atacarla. La guerrilla, si sabes por dónde te van a salir los guerrilleros, pierde toda su ventaja.
El ataque palmesano sufrió la misma impotencia e incapacidad. Y es que cuando no te sientes bien atrás, en la defensa, rara vez atacarán con confianza… De nuevo el Acunsa Gipuzkoa demostró saber a la perfección cómo ataca el Palmer Alma Mediterrànea; qué movimientos quiere ejecutar y cómo forzar para mostrar sus debilidades.
Palmer Alma Mediterrànea parece que no juega teniendo en cuenta al rival… hacen su camino, su estrategia (única) y si no les dejan avanzar; si no les permiten hacer lo que se plantean, como no tienen la calidad ni los recursos para contrarrestar al rival, se frustran.
La sensación que se transmite es que el planteamiento es: Se juega a una cosa y los jugadores deben encontrarse en «esa cosa» sean o no dominantes en ese planteamiento táctico.
El problema viene cuando tu juego ofensivo se basa en moverse mucho… los jugadores, pero el balón se queda en la cabeza del ataque. Los jugadores se mueven mucho, sí. Tanto que nunca están en posiciones de ventaja cuando esta se genera.
La sensación es que las defensas rivales se cierran, sabedoras de que ni Mendy ni Ikpeze amenazan desde exterior; que si a Figueras le defienden el bloqueo directo pasando por debajo, no se produce ninguna amenaza; que se pasa el tiempo corriendo mucho para acabar apelando a la épica con toda la defensa centrada en que Fjellerup reciba lo más lejos posible y ante su 1c1, se cierren todos sobre su penetración.
No se busca hacer daño con las fortalezas (pocas, eso ya lo sabemos) de los jugadores. Por ejemplo, el «Zipper» se juega con Ikpeze, pero no con Kostadinov; los pequeños (y tiradores), no ocupan las esquinas para abrir el campo… Todos jugando por encima de la línea del tiro libre… y nadie castigando las defensas flotantes. Nadie buscando la espalda en el fondo del campo cuando hay una penetración…
La única novedad que se vio sobre el parqué, fue una jugada al final del partido que se buscó cuando Van Beck estaba en pista con una pantalla doble en un lado y otra simple en el otro para recibir en ventaja para jugar el 1c1 o el tiro… Nada más.
La posibilidad de victoria en este partido pasaba por conseguir que los jugadores del Acunsa Gipuzkoa dudasen y no lo hicieron en ningún momento. Los locales, desde su enorme dominio defensivo, construyeron con calma y determinación su ataque, que jugando a favor de corriente, es demoledor.
La eficiencia de Palmer Alma Mediterrànea -0,431 (OER 0,903; DER 1,333). Nada más que decir.
La semana de la verdad
Como decía al principio, tal vez este no sea el mejor momento para vivir esto, pero así es la competición. Las cosas llegan y hay que afrontarlas de una en una, pero cuando llegan.
Las sensaciones no son buenas después de los últimos dos partidos, aunque si miramos con perspectiva, «solo» se ha tropezado con estrépito una vez. Ayer.
Por eso hay que mirar los problemas de cara y con confianza. Hay que ser claros. Cuando uno se cae y tiene una abrasión, se limpia la herida a conciencia. y duele, mucho, pero es para curarla lo mejor y más rápidamente posible.
Aquí aplica el mismo símil. Hay que analizar lo que no está funcionando, lo que no se está haciendo bien y aplicar correcciones, planificar a medio plazo, pero con medidas, aunque sean pequeñas, de forma inmediata. No se puede caer en la frustración ni permitir que los jugadores no sepan que se puede.
Lo que se hizo la pasada campaña no sirve para esta, por el mero hecho de que el 95% de los jugadores son otros.
Vienen dos jornadas vitales para la competición. Empieza, y de qué manera, la liga del Palmer Alma Mediterrànea. Los partidos contra los rivales directos, los que lucharán con los palmesanos por la permanencia.