Todavía no he visto el partido. Sólo los últimos minutos y la prórroga. Así que mi análisis lo haré cuando pueda verlo. Lo que sí quiero destacar es la diferencia de opiniones de los medios escritos.
Diario Vasco: «Tira de Fondo de Armario«. Viene a decir que qué bien; que da gusto ver el Bruesa es capaz de ganar partidos así. Aquí hay dos lecturas
1ª. Álvaro Vicente es un cachondo mental y utiliza la ironía de forma proverbial. Además lo hace utilizando todo su espacio en el periódico.
2ª. DV es patrocinador oficial del GBC y a Álvaro Vicente le han dicho que su puesto de trabajo depende del tirón del baloncesto y que, como empresa, tienen que justificar su inversión.
Si es la primera, ole por Álvaro. Si es la segunda, ya está bien de DESINFORMAR señores del DV.
Noticias de Gipuzkoa: «Victoria de churro» y en la columna de Iker Sagasti «Pachanga«. Palo a los jugadores y a su actitud.
Por supuesto, en ninguno de los dos medios señalados (El Mundo Deportivo ya casi no sube a su web noticias del Bruesa), se cuestiona a Laso. Me resulta cuando menos curioso porque cuando en un equipo, los errores se comenten día sí, día también; cuando todo el mundo ve que el equipo no defiende y Laso sale a las ruedas de prensa a hablar de lo bien que defienden; cuando las lagunas de concentración son tan evidentes en todos los partidos; cuando se notan tanto los cambios en una plantilla de, supuestamente, tanta calidad… Algo tendrá que ver el entrenador.
Laso me parece que puede ser un gran entrenador de equipos formativos y su estilo de juego muy acorde para formar jugadores. No me parece que esté llevando bien al equipo (un equipo de élite) y está cometiendo errores de bulto en aspectos puntuales (¿cómo podían ayer dejar llegar sin oposición a Taylor a la línea de tres puntos?) y en dirección de equipo en general (su estrategia defensiva, la desconfianza en Úriz, el fichaje de Brown, la falta de armonía del juego ofensivo, es exceso de ansiedad de la plantilla…).
Los jugadores por supuesto que tienen que dar más de sí, pero Laso, como máximo responsable del equipo, es quien debe ser el primero en dar más y hacer que los jugadores sean lo que fueron allá por los meses de Septiembre-Octubre.
Las cosas hay que decirlas sin medias tintas. No se hace daño haciéndolo y sí ocultándolo.