Malas sensaciones

La última jornada del Bruesa en casa, esta vez contra el Fuenla, me ha dejado malas sensaciones acerca del equipo.

Lo más grave es la aparente falta de confianza que tiene todo el grupo. Desgraciadamente, esa falta de confianza parece que viene desde la dirección del equipo. No entiendo muchas de las decisiones tomadas por parte del cuerpo técnico y veo bastantes incoherencias entre el discurso y el método. No es sólo lo de Devin Davis (jugador franquicia que no juega en toda la segunda parte), es que no se ve coherencia en las rotaciones ni en los sistemas ni en el estilo de juego.

Defensa
El equipo defiende con intensidad y eso es lo más positivo que tiene este equipo. Con dos pivots y Fede, el rebote está bien cubierto. Si además el otro alero es Smith mejor aun. Después falta armar el cotraataque, pero eso es otro cantar.

Ataque
Aquí es donde realmente veo el gran problema del equipo. Fisac en su última rueda de prensa aseguraba que «no hay cracks en el equipo y sí buenos jugadores que apoyados en el trabajo del equipo destacarán«. Bien. Suena bien. El asunto es que no se juega en equipo en ataque. Los pocos sistemas que se juegan se realizan sin contundencia. Más bien parecen un ir de aquí para allá para al final terminar jugando 1 contra… 1, contra 2 , contra todos?
Viendo las características del equipo, parecería lógico pensar que debería haber más sistemas de ataque que busquen que los pivots reciban en movimiento y no de espaldas al aro en el poste bajo tras varios segundos de toma de posición. También más movimientos con bloqueos indirectos para los aleros y que reciban en ventaja bien para tirar, bien para penetrar. Situaciones de bloqueo directo (2 contra 2) en un lado para acabar pentrando o doblando a la continuación o al lado contrario para un tiro cómodo. Personalmente, buscaría situaciones en las que el bloqueador fuese Kammerichs y aprovechar sus cualidades como penetrador.
Resumiendo, en ataque falta (o al menos eso parece) claridad de ideas. Todo lo que he dicho son cosas bastante obvias que todos los equipos ACB hacen y sin embargo no las he visto en el Bruesa.

La épica
Como muy bien dice Sama en su blog, no se puede ganar en ACB apelando como único recurso a la épica (él lo llama transpiración). Ayer vimos como en el tercer cuarto salían a pista jugadores como Esteban, Kammerichs, Doblas… que hicieron un gran trabajo. El asunto es que no se puede jugar todo el partido forzando la máquina. Se puede sorprender al contrario, como así fue, pero después hay que volver a cambiar el ritmo y aportar otras cosas además de casta. No sé, pero me parece que la épica es el plan A del equipo y debería ser el B y en momentos puntuales.

Afición
A mi me parece impresinante ver en Donostia a 9000 personas viendo baloncesto. Ese activo es algo que no se puede perder. Es cierto que no tenemos aun la cultura necesaria para considerarnos una afición. Más bien somos aficionados. Sin embargo, las medidas tomadas desde el club dejan bantante que desear al respecto. Y sí, me refiero a la megafonía. Su único objetivo es que Ilunbe sea una fiesta y en mi opinión debería ayudar a que las 9000 gargantas apoyen al equipo. Me explico: La selección de canciones en los tiempos muertos es lamentable. Cuando el equipo está remontando y el rival pide tiempo muerto, no se puede poner una canción de happy-party para que la masa bailotee y mueva als manos al aire. Hay que poner un tema de esos que encienda a los jugadores y al público. Cuando el tiempo muerto es después de una indicación en contra de los árbitros y el público está pitando, no se puede poner una canción de happy-party que haga desvanecerse esa presión (para las pocas veces que preionamos y pitamos…). Cuando la gente grita «¡Bruesa, Bruesa!«, no se puede poner una canción por la distorsionante megafonía. Cuando se pierde por 8/10 puntos a falta de menos de 2 minutos, te meten un triple y nuestro entrenador pide tiempo muerto, no se puede poner Paquito el chocolatero…
Está bien tener un guión, pero hay que tener cierta cintura. También hay que premiar e incentivar a la gente a gritar. ¿Os imagináis 9000 gargantas gritando?

Esto no ha más que empezar y queda tiempo de sobra para corregir errores. Rectificar es de sabios y hay que tomar decisiones. La plantilla adolece de ciertas cosas y hay que tomar cartas en el asunto, bien con cambios de plantilla, bien con cambios de estrategia.

Deseo que en las próximas semanas se mejore el juego y que empiecen a venir las victorias.