Palmer Alma Mediterrànea Palma todavía no tiene la experiencia del Río Breogán, que tuvo más acierto en el momento decisivo.
Mucha ilusión en la vuelta del público a Son Moix y más para recibir al máximo candidato al ascenso. Palmer Alma Mediterrànea recuperaba a Suskavcevic, mientras Ruffington y Jawara recuperaban tono. Enfrente, el todo poderoso Rio Breogán, que está cumpliendo con su regularidad jornada a jornada con su condición de máximo aspirante.
Galiza Calidade
La pasada semana, fue Leyma Coruña. Esta, Río Breogán. A mi juicio, los dos mejores equipos y las dos plantillas más completas. Y así comenzaba el partido. La velocidad a la que se juega contra ellos, no es, ni de lejos, la que se ha tenido durante la primera fase. Y eso se nota, ¡vaya si se nota! Contra Río Breogán, sus rivales tienen 2 ó 3 décimas menos para decidir y para ejecutar. El rango de error crece en este escenario. El juego es mucho más físico y más exigente. Una décima menos, un centímetro más, y todo cambia.
El arranque de los de Epi, presagiaba lo peor…, pero eso ya lo hemos visto. A Palmer le ha costado entrar en partido. Sobre todo le ha costado ajustar su defensa y en los primeros 10 minutos sobre todo, no ha podido evitar que los Sergi Quintela, Sollazzo, etc., pudieran acabar anotando en bandeja muchas canastas.
El planteamiento defensivo era claro y, como se ha demostrado después, muy acertado, pero la velocidad a la que estaba acostumbrado a jugar el Palmer Alma Mediterrànea no es a la que se jugaba en el antiguo Grupo Oeste. Así, cuando se cambiaba de asignación, se dejaba sólo o en ventaja al jugador con balón, o bien no se llegaba a ayudar, o había un desajuste y ni siquiera se ayudaba.
Mientras, en el otro lado de la cancha, la situación era la inversa: no se generaban tiros de alto rendimiento ni en clara ventaja. Todo lo contrario. Todo era estrellarse contra un muro perfectamente colocado.
Un tiempo muerto de Álex&Pau han cambiado la dinámica y sobre todo la actitud: Si había una forma de competir y después, de poder ganar, era sacándose los miedos de encima y jugando de tú a tú al equipo lucense.
Río Breogán no quería que Palmer Alma Mediterrànea corriese, y cuando se ha visto la clarísima superioridad de Jaco Díaz sobre sus pares (incluso sobre Kacinas, pero sobre todo sobre Cruz), los de Epi han empezado a tener problemas. Jaco ha hecho un gran partido, al nivel de uno de los mejores 4 de la competición, que además tiene un valor diferencial inigualable por ningún otro jugador en su posición en esta liga: su manejo del baló, su visión de juego y su cada vez más grande IQ en la pista.
La primera parte ha servido para ver el camino: Palmer Alma Mediterrànea tenía que jugar duro, buscando y aguantando la alta intensidad en los contactos para hacerlos más evidentes, ya que Río Breogán impone un juego muy físico, con muchas manos para sacar a sus rivales de sus posiciones habituales de juego. Para hacerlos «evidentes», hay que igualarlos en cuanto a intensidad para que no te saquen de la pista.
La segunda parte ha servido para, aplicando ese patrón, darse cuenta y creerse capaces de acabar ganando el partido. Palmer Alma Mediterrànea lo ha hecho todo bien para ganar el partido:
Defensa con cambios en los exteriores
Defensa por delante sobre Larsen y Aboubacar
2c1 cuando el balón entraba dentro
Correr y jugar llegando
Bloqueos directos para buscar a Harrell, Kullamae y Díaz en ventaja
Se ha llegado a los últimos minutos por delante, trabajando muy duro sobre Larsen y el Río Breogán buscando a su referente en ataque.
los jugadores de Río Breogán han jugado muchos más partidos así. Este experiencia, la han tenido más veces y si bien, como decía Palmer Alma Mediterrànea ha hecho todo lo que tenía que hacer para ganar, Río Breogán también, con la diferencia de que su estrategia era más fácil y han tenido más eficiencia…
…y pese a ello, si Harrell hubiese metido su último triple, que era el tiro que tenía que hacer y que lo ha ejecutado a la perfección, ahora estaríamos hablando de la soberbia victoria de Palmer sobre Breogán.
Conclusión
Por eso, me niego a no calificar el partido de Soberbio. Palmer Alma Mediterrànea ha aprendido una lección más: Hay que jugar más rápido y más intenso físicamente. Lo veremos en los siguientes partidos. Ya no les sorprenderán con esto los rivales.
Ahora también han sumado una experiencia más: un partido resuelto en lo últimos segundos y esto les hará más sabios en el futuro.
