Bruesa 87 – 73 Iurbentia

Una victoria que compra confianza.

Parece que con este equipo y su entorno todo es binario. O todo fenomenal o todo fatal. Eso no está bien. La victoria ante Iurbentia es muy importante ya que sobre todo rompe una dinámica negativa en la que se encontraba imbuido el Bruesa. Y esta no era las 6 derrotas consecutivas (que también tienen su importancia) sino el hecho de no haber sido capaces de sacar los Partidos (con «P» mayúscula) que juega, y se la juega, en Ilumbe.
En el deporte en general y en el baloncesto en particular, el estado de ánimo es crucial. El juego es completo y la defensa incide en el ataque y viceversa. No suele ser habitual que el estado anímico de un jugador y de una plantilla no afecte drásticamente a su rendimiento. En el partido de ayer, el Bruesa volvió a recuperar su confianza en su juego y este no es otro que el juego ofensivo y el acierto en el tiro. No debemos confundirnos. Después de varios partidos donde el OER del Bruesa había caído por debajo de su media, ayer lo superó con creces: 1,145.
Iurbentia planteó el partido intentando repetir lo que tan bien les funcionó en el partido de ida:
-Defensa cerrada sobre los interiores del Bruesa.
-Largas posesiones buscando desequilibrios defensivos.
-Sacar a los grandes del Bruesa fuera de sus posiciones cómodas en defensa.
En esta ocasión no le salió del todo bien. Una deslumbrante racha de acierto en el triple en el segundo cuarto sentenció el partido a favor del Bruesa. El Iurbentia no pudo dar la vuelta a la desventaja adquirida. Pero no nos llevemos a engaño, el Bruesa no jugó mucho mejor que en otras ocasiones. Lo que consiguió fue acertar en el lanzamiento de 3 puntos. Y quien más tiró desde el arco fue… Lou Roe (4 lanzamientos de 3 puntos). Los mismos que Popovic o Úriz. Uno más que Panko y Hopkins.
Ambos equipos aseguraron su rebote defensivo y es por eso que el Bruesa consiguió más rebotes al final del partido, pero perdieron 7 balones más, así que dispusieron 1 posesión menos que los bilbainos (76 por 77). ¿Y la eficacia defensiva? El DER del Bruesa fue de 0,948. Pese a que Salgado no dominó el ritmo del partido, gracias sobre todo a la defensa de Úriz, el ataque chimbo no fue malo.
En resumen, la victoria deja un poso de tranquilidad sobre todo por la diferencia en el marcador, la gestión de la ventaja y la sensación de seguridad y confianza ganada en el juego del equipo en Ilumbe. Esto no puede ocultar los males del equipo. Siguen pecando de lo mismo: Muy alto DER y demasiada dependencia del tiro de 3 puntos (sobre todo de los interiores del Bruesa). Pese a todo, sigue dependiendo del equipo conseguir el objetivo de la permanencia y sigue estando en los partidos que jueguen en Ilumbe.