CAI 89 – 94 Bruesa

Jekill y Hide. Día y noche. Ying y Yang.
El Bruesa consiguió alzarse victorioso en el partido del año. Tal vez el partido que marque un antes y un después en el devenir de la competición. Por el momento, al menos, altera el orden de favoritos al ascenso, a la vez que abre el abanico de posibilidades al mismo.

El viernes se vieron 2 caras completamente opuestas de dos equipos. En la primera parte un CAI confiado asfixiaba con su defensa en zona 2-3 todas las ideas del Bruesa. Los donostiarras, tratando de encontrarse y de encontrar soluciones a su ataque, penaban en la defensa su frustración. Los maños movían con fluidez el balón y si no anotaban a la primera, cogían el rebote ofensivo y lo hacían a la segunda. Los jugadores y técnicos del Bruesa, atenazados y desquiciados se iban al descanso con un contundente 47-30. Demasiado para dos equipos de este nivel.

¿Qué sucedió tras el descanso? El Bruesa no se rindió y consiguió asegurar el rebote defensivo. Fue más sólido en su defensa y ya no se escapaban en uno contra uno los jugadores del CAI. Los maños, tal vez confiados de la diferencia en el marcador, veían como poco a poco, pero sin pausa, el Bruesa recortaba distancias. Lo dicho, apoyados en el rebote defensivo, el Bruesa corrió. Cuando el CAI quiso darse cuenta de lo que pasaba, el Bruesa ya estaba mandando en el marcador. El Bruesa, que había metido 30 puntos en los 20 primeros minutos, hizo 33 en el tercer cuarto; el CAI, que llegó a los 47, se quedó en 8 el tercer cuarto. Para cuando el CAI quiso reaccionar, el Bruesa estaba 15 puntos por delante. ¡15! Entonces Curro Segura viendo que los treintaymuchos minutos de zona ya no podían frenar a López, Brown o Úriz desde la línea de 3, se vio obligado a defender en individual. El Bruesa gozó del cambio hasta que un Quinteros desaparecido (0 puntos en 3 cuartos) y desesperado, se puso a lanzar de 3 cada balón que tenía en las manos. Su acierto y algún balón perdido pusieron algo de emoción al final. CAI nadó para morir en la orilla tras haber dilapidado una ventaja que se antojaba insuperable al descanso y es que pese a coger 10 rebotes más (44 los maños por 34 los donostiarras), a las 20 pérdidas de balón del Bruesa, las 15 posesiones de más que gozaron los maños (108 por 93), la segunda parte del Bruesa fue de un acierto insuperable (OER final de 1,011 por un DER de 0,828).

Esta victoria es decisiva para el campeonato. Si el ganador hubiese sido el CAI, el primer puesto era virtualmente suyo. Ahora todo está más igualado, pero con la ventaja de que es el Bruesa quien tiene la sartén por el mango. Esto puede asemejarse a una remontada en la que consigues ponerte 1 punto por arriba. Lo más difícil. Ahora hay que aumentar la diferencia y mantener el liderazgo.

Os recomiendo la lectura de un artículo de Ramón en Lucentum Blogging sobre lo que resta del calendario. De los 5 aspirantes al primer puesto somos los que mejor lo tenemos. Ahora, aprendamos de las lecciones que nos da la liga: No relajarse, que 17 puntos al descanso no son nada.