El parón de la copa del Rey ha podido venir bien a ambos equipos. Tener más días de descanso habrá servido para recuperar lesionados y para trabajar en la asimiliación de conceptos por parte de los jugadores en general y de los nuevos en particular. En este sentido, el Lagunaro tiene ventaja ya que la incorporación de Panko fue anterior a las de Mula y Pavlidis. Por el contrario, al no haber jugado todavía, los nuevos del GBC tienen a su favor el factor sorpresa, sobre todo en la incertidumbre que causará su juego en el scoutting del rival.
El Lagunaro presenta un equipo más ortodoxo que el GBC. Sus roles parecen más definidos. Disponen de 2 bases que hacen de bases. Salgado es el líder del equipo y ya en el partido de
Así, el esquema del equipo está claramente definido: Salgado y Azofra dirijen y juegan para los tiros exteriores de Recker y Montáñez; para el juego de 1c1 de Rancik; para Weiss si la defensa es muy abierta. Tienen variantes y amenazas desde todas las posiciones.
El GBC defiende muy bien en posiciones interiores y permite más el tiro exterior. En esta ocasión deberá tener más cuidado en ese aspecto, sobre todo con Recker y Salgado.
También deberá jugar con orden y determinación en ataque. El pabellón será una olla a presión y no hay que jugar con miedo. Hay más que ganar que perder. Los recientes fichajes traídos por la directiva y sobre todo la novedad que puede suponer su juego, pueden un punto a favor del equipo. En ese sentido, tal vez Fisac decida guardarse o no ese as en la manga en función de como vaya el partido.