Palmer Alma Mediterrànea Palma pierde en Valladolid (85-73)

Palmer Alma Mediterrànea Palma, termina la 2ª fase perdiendo, pero sin perderse ante Clínica Sur Aspasia Valladolid.

En un partido en el que ninguno de los dos equipos se jugaba nada a efectos clasificatorios, ganó quien más deseo puso. Los vallisoletanos despedían la temporada y a su entrenador, Hugo López, ante su afición. Eso les dio un plus que, pese a la energía puesta en pista por Palmer Alma Mediterrànea, les permitió dominar el marcador en todo momento.

Clínica Sur Aspasia Valladolid empezó dominando y terminó dominando un partido en el que sólo podía perder Palmer Alma Mediterrànea, que pese a perder el encuentro no se perdió en su confianza para el duro y precioso playoff que les espera en breve ante Rio Breogán.

Competitivamente del partido, no hay mucho en lo que detenerse ahora… Álex&Pau aprovecharon el encuentro para dar minutos continuados a Suskavcevic, McDonnell y el debut de un exuberante Correia, quien demostró que está en disposición de aportar algo distinto al grupo si hiciese falta y deja muy buenas sensaciones para la próxima temporada… pero todavía estamos en esta 🙂

Se dio descanso a Karamo Jawara, que vendrá bien para que rellene algo su depósito para el playoff que Palmer Alma Mediterrànea disputará contra el Río Breogán, hasta la fecha, en máximo favorito para el ascenso, pero que ha bajado su rendimiento considerablemente en esta segunda fase.

También se han guardado minutos de Rufington y Jacobo Díaz.

Y sobre todo, se ha visto al grupo combativo de costumbre. Por eso se ha perdido sin perderse y eso, si bien no era lo deseado, no es malo.

Jugando a una sola cosa, no se puede ganar

Tal vez, y pensando más en lo que viene, podemos sacar una conclusión de este partido contra Clínica Sur Aspasia Valladolid: Sin equilibrio en la amenaza ofensiva, y más sin acierto en el lanzamiento de tres puntos, no se puede ganar en LEB Oro.

La baja de Karamo Jawara limita mucho al Palmer Alma Mediterrànea. Tras él, sólo Milan Suskavcevic es capaz de postear, pero no como un recurso, sino como una excepción. Sin Jawara nadie amenaza desde el tiro libre para abajo y facilita mucho la defensa rival, que puede optar por:

  • Cambiar en todos los bloqueos directos y manos a mano
  • Pasar los bloqueos por abajo

«Sólo» deben centrar su atención en defender a Zipi y Zape, quienes son el detonador de la «bomba» balear. Son ellos. Harrell y Kullamaë, los que, si aciertan en sus «intuitivos» lanzamientos de 3 puntos, pueden abrir espacios para McDonnell, Díaz o Figueras. Si ellos no están acertados desde es arco, la bomba está desactivada. Y si Karamo no está, no hay más amenaza.

Presente y futuro

Lo más positivo, a mi modo de ver, es el crecimiento de Suskavcevic, quien en esta temporada ha pasado de temérsele cuando entraba en pista, a sentir seguridad por lo que puede aportar. Lucha y se entrega en cada acción y es capaz de jugar 1c1 de espaldas, además de poner buenos bloqueos a sus compañeros. Ha crecido mucho y puede dar buenos minutos de descanso a Jawara y Rufington contra Larsen y Aboubacar.

También los minutos de Correia han mostrado que tiene dinamita en sus músculos, que da un plus de físico en el 4 y también el 5. No es fácil dejarlo atrás en defensa y a campo abierto, corre como un alero. 

Conclusión

Termina la 2ª fase de la temporada regular con un sueño cumplido. Con una utopía conseguida por este magnífico grupo de jóvenes, liderado por el entrenador (Pepe Laso) más veterano de Europa.

En septiembre, nadie creía que este equipo fuese a estar aquí en este momento. Más después de perder a los dos bases suecos que se habían elegido para llevar esta nave. Hubo que fichar a un casi defenestrado Figueras, quien ha aprovechado la oportunidad para demostrarse y demostrarnos a todos, que es uno de los mejores en su puesto y en la categoría; que sólo necesitaba una oportunidad para trabajar y la confianza para potenciar sus fortalezas y ocultar sus debilidades.

También se tuvo que cambiar al 5… Kay Edwards era el elegido, pero en aquel momento, pareció demasiado verde y el club optó por un 4/5 «veterano» de espalda castigada, pero de un coraje y entrega a prueba de bomba. Karamo Jawara, el «vikingo negro» (cómo él mismo se ha autodenominado en alguna ocasión), fue clave para el equipo y lo será para lo que quede de temporada. Sin él, nada de esto hubiese sido posible, porque Karamo, además de talento tiene algo más grande: LIDERAZGO. Él es el pegamento entre el talento y deseo de los jóvenes jugadores por progresar y el objetivo del club y del sentimiento de equipo.

Estos dos jugadores y sobre todo la ingente cantidad de horas que han entrenado y su voluntad para progresar y mejorar, les ha traído a las puertas del playoff.

No puedo más que felicitarles y agradecerles tan buen baloncesto. Queda la guinda. La dulce. La de la victoria.