Real Madrid 110 – 100 Bruesa

Otra vez contra un grande se roza la heroica… y van…

En casa del Real Madrid, un equipo de un gran nivel atlético, con una plantilla que ya demostró en Donostia en el partido de ida que si juega concentrada, no permite al Bruesa ni acercarse. Posiblemente se dieron varios factores. Por un lado la relajación merengue y por otro el jugar sin nada que perder del Bruesa. Así se explica el gran acierto en el tiro y el poder anotar 61 puntos (pese a que te anoten 50) en una parte.
La segunda parte, viendo que el partido peligraba de verdad, los blancos apretaron y en la prórroga se llevaron la victoria. Lo mismo podía haber ganado el Bruesa. Mi lectura del partido hubiese sido la misma. Eso sí, con una victoria menos que conseguir en lo que queda de liga y eso para el Bruesa hubiese sido muy importante.
Mi lectura de este partido y de los últimos disputados por el Bruesa, es que a los donostiarras les puede la ansiedad. No creo que tengan un problema de aptitud. La plantilla tiene jugadores calidad contrastada. Tampoco de actitud, porque si este fuese el problema tampoco rendirían como lo hacen ante los grandes. En mi opinión su problema es el control de la ansiedad. Saben que se la juegan en los partidos que tienen que jugar en Ilumbe contra los rivales directos y los antecedentes no son buenos (Menorca, Granada). La presión les bloquea y es el caballo de batalla del grupo.
El próximo rival, el Cajasol, vendrá con la necesidad de ganar, pero sin la presión de perder (lo hacen todo el tiempo y todos esperan su derrota). El Bruesa debe mostrar autoridad es esos partidos y ya se sabe la autoridad no se da, sino que se gana. Para ello deberán jugar con la calma y el orden suficientes; con la humildad y concentración necesaria; con el deseo y determinación obligada.