Bruesa 82 – 81 Unicaja

Foto DVDe insurrección, de lucha, de fatiga… De catarsis.

Así puede describirse la victoria del Bruesa ante el Unicaja. El equipo de Aíto (gran y merecida ovación en su presentación) impresiona por su capacidad atlética. Bruesa para poder contrarrestar dicha capacidad tuvo que esforzarse al 120%. Cada ataque era una agonía para conseguir lanzar a canasta, cada defensa una lucha total por mantener a cada par sin que se escapase. Eso trajo consecuencias en forma de lesiones de Marconato, Roe y Panko. Era demasiado ritmo, demasiado costante, de masiado exigente para la cantidad de kilometros que tienen esas piernas.

Como siempre, una crónica excelsa y excelente la podréis encontrar aquí. Yo daré un breve repaso a los números.

¿Porqué ganó el Bruesa? Se puede ver al leer las estadísticas, pero este no es precisamente un partido de estadísticas. Al acabar el partido, con el mate de N’dong pensaba: «Esta es una bonita forma de perder un partido. Lo han dado todo y han estado a punto de ganar. Ilumbe a tope y más caliente que los tostaderos que cuelgan del techo…» Hasta que apareció Hopkins con 6 puntos en 30 segundos. Haciendo lo que siempre ha hecho (bregar bajo los aros) y lo que nunca había hecho (meter triples sobre la bocina).
Unicaja al trantrán mantenía al Bruesa como ese grandullón que con su brazo sujeta a su hermano pequeño por la cabeza, mientras este se esfuerza en vano por asestarle manotazos que sólo dan al aire. Pero Unicaja echó mucho en falta a Cabezas. Nada más y nada menos que 21 balones perdidos (el 23% de sus posesiones). Sumado a que cometieron 7 faltas personales más y a un pésimo acierto en el tiro de 3 puntos (3/19, 16%) abrieron un pequeño resquicio por el que los veteranos y castigados jugadores del Bruesa se colaron para, con Hopkins como ejecutor, alcanzar una victoria de las que pueden dar mucha moral.
Nadie dábamos mucho crédito a este equipo y en verdad sigo pensando que hay muchas cosas que se pueden hacer mejor, pero ante jugadores como Hopkins y Panko me quito el sombrero. No por su calidad, que también, sino por su implicación (¿Tambor de Oro?). También destacó David Doblas, que está realizando una temporada excelente callando muchas voces críticas a sus capacidades. Nunca se le podrá achacar que lo da todo y si además goza de confianza… Sus formas, aspavientos y demás parafernalia me ponen negro, pero hay que reconocer que ayer fue determinante.
Estupenda manera de terminar el 2008 y de afrontar con ilusión el 2009.

¡Feliz 2009 a todos!