Inca 82 – 89 Bruesa

Sensaciones.

Bruesa ganó un partido otra vez de manera no convincente. Inca dominó el ritmo durante la primera parte con su defensa zonal, sus penetraciones y sus balones interiores a Hamilton (¿os suena?). Inca, mermado por las lesiones, no tenía la prestancia de Melilla, pero las cartas jugadas eran muy similares.
Laso quiso hacer probaturas y salió SIN Panko y con Schraeder y Arco de inicio. López y Andrade salieron al campo antes que el americano. Doblas, con el sistema de no ayudas de Laso, volvió a sufrir en la defensa de un pivot más alto y más rápido que él. Queriendo o sin querer se cargó pronto con 2 faltas y la respuesta de Laso fue dar entrada (y continuidad) a Faverani. Hamilton hizo lo que quiso en el primer cuarto y sólo su paso por el banquillo frenó el agujero que estaba haciendo en la flojísima defensa donostiarra. El brasileiro para contrarrestar su paupérrimo nivel y actitud defensiva, se dedicaba a jugarse todos los balones que pasaban por sus manos. En fin, lo de siempre. El Bruesa a impulsos, pero sin claridad se mantenía en el partido haciendo la goma.

En la segunda parte algo cambió. Doblas empezó a defender por delante a Hamilton impidiendo que recibiese. Con ello consiguió que el americano se frustrase y se descentró. Por otro lado, Panko se mostraba más sereno que en anteriores partidos y más incisivo. Buscaba el balón y cuando le llegaba buscaba encarar el aro y sacar ventaja de su físico. Hopkins en defensa empezó a realizar alguna ayuda. Lo mismo Panko y con ellos Úriz marcaron la pauta. El ritmo del juego era dominado ahora por el Bruesa. En ataque, Hopkins empezó a atacar el centro de la zona cargándolo desde el lado débil. Desde ahí se consiguieron ventajas que, ahora sí, se aprovechaban como equipo y no de manera individual. Cuando Inca perdió la ventaja en el marcador bajó ligeramente las manos. No tuvieron la confianza suficiente para afrontar los minutos finales creyendo en la victoria.

De este partido caven 2 lecturas y creo que ambas son válidas:

La primera es que el Bruesa ha mostrado sus debilidades y éstas parecen demasiado importantes y difíciles de corregir. En las últimas semanas, cualquier equipo que les defienda en zona, les obligue a jugar controlado y ataque en unos contra unos su deficiente defensa individual y colectiva, tendrán claras opciones de victoria.
Bruesa no tiene bases que dominen el juego en estático. Vino Brown sustituyendo a Sala. Se dijo entonces que su incorporación era un «más de lo mismo», ya que sus características no difieren mucho de las Úriz. Tal vez las principales diferencias son que Brown es un chupón y que cuando las cosas no le salen se borra del partido. En cuanto a dominio del ritmo de juego y lectura del mismo… Bruesa sólo sabe jugar a una cosa. Son buenos jugando a eso y no es fácil evitarlo, pero los equipos que lo han conseguido han tenido serias opciones de victoria.

La segunda es que, de la mano de un Panko más incisivo y sereno; de la inteligencia de Hopkins y la entrega de Úriz y Doblas y la puntería y pillería de López, se puede corregir la tendencia. Si además Laso cambiase su nefasto sistema defensivo. O más bien se decidiese a tener un sistema defensivo colectivo, este equipo tendría serias opciones de en playoff y la Final4 alcanzar la plaza de ascenso que queda.
Esta semana Hopkins y Panko han vuelto a incidir de nuevo en la importancia de la defensa. Ayer en la retransmisión televisiva hasta el entrenador Caminos (los de TeleDonosti no suelen ser muy críticos que se diga y menos los entrenadores que tienen «relaciones» o pueden tenerlas con el GBC) empezó a hablar de la ausencia de ayudas. Desafortunadamente todos lo hemos visto. Desafortunadamente Laso sigue en plan «Don erre que erre». Afortunadamente hay tiempo para cambiar. Rectificar es de sabios y no creo que Laso sea tonto. Espero que aunque sea orgulloso no lo sea tanto como su nefasto antecesor.

Quedan 4 partidos y no es tiempo de experimentos ni probaturas. Es momento de coger ritmo y confianza. Es momento de tener las cosas claras para afrontar el playoff con un alto nivel de autosuficiencia.