Bruesa 77 – 59 PAM

Tan cómoda como aburrida victoria.

Bruesa ganó cómodamente el compromiso contra el Palma Aqua Mágica. Este partido deja 3 aspectos significativos:

1º El Bruesa jugó casi todo el partido con Panko o Andrade en posiciones interiores. Durante muy pocos minutos estuvieron 2 jugadores interiores en pista a la vez (Doblas y Hopkins). Esta circunstancia permite que Panko tenga más opciones de rebotear en defensa, menos desgaste físico en la defensa y más ventaja ofensiva contra sus pares o contra las defensas zonales que tanto daño hacen al Bruesa.
Por contra, limita los minutos de jugadores como Faverani (0 minutos) , Arteaga (8) e incluso Doblas (23) y Hopkins (16).
Este punto es muy interesante para el Bruesa ya que entiendo que gana mucha riqueza táctica y pone más quebraderos de cabeza a los rivales. La ganancia (mayor presencia de Panko en todos los aspectos del juego) es muy superior a la pérdida (menos minutos en pista de Faverani y Arteaga). Incluso diré más: Hace más daño Panko de 4 que Hopkins.

2º Excelentes porcentajes de 3 puntos, pero peor OER (0,975) que la media (1,002). Cuando un equipo tiene un porcentaje del 57% en tiros de tres puntos y tira 21 veces, es difícil que ese equipo pierda. Bruesa metió el mismo número de canastas (12) de dos puntos y de tres puntos. Cuando la defensa contraria te deja tirar de fuera y anotas, es fácil que ganes el partido. Aun y todo, cabe señalar que la balanza Dentro-Fuera está desequilibrada, aunque más bien se debió a la estrategia defensiva del PAM (cerrarse dentro).
Otra comparativa muy desequilibrada en este partido fue la diferencia de faltas entre ambos equipos. Al PAM le señalaron 25 faltas por 13 al Bruesa. De las 25 del PAM, 12 fueron de sus hombres interiores.

3º Aburrimiento y falta de armonía. El partido fue aburrido. PAM es un equipo roto, pero el Bruesa no pareció en ningún momento divertirse jugando. Más parecían trabajadores cumpliendo con su jornada y a otra cosa mariposa, que deportistas disfrutando del deporte que es su pasión.
También se ve una grave falta de armonía (3ª acepción del término). El Bruesa juega a trompicones. Lo mismo hace una gran defensa, como le sigue una nefasta; realiza un buen ataque, como se acaban comiendo la posesión. Les falta armonía y constancia en su juego. Por eso no transmiten sensaciones positivas. Por eso no se divierten.

Termino, como no, recomendando otra vez la excelente crónica de Gorka Lekaroz. En ella podréis leer y entender cómo fue el partido.